Valencia, fútbol y otras cosas

domingo, 30 de marzo de 2014

Mi visión del Valencia-Getafe (1-3)

La previa: Uno, que ya sabía la alineación del Valencia desde el viernes, debido a que Pizzi entrena con los titulares, se temía lo peor: principalmente por ver en la misma a Oriol Romeu, que frente al Almería demostró estar totalmente falto de forma tras recuperarse de su lesión, y a Vargas y Jonás juntos, vagos y malos defensores por actitud o por aptitud. Uno, consciente de que la plantilla del Valencia es corta y que no va sobrada de calidad, está a favor de las rotaciones y descansos pensando en la única carta de la manga, la Europa League. Aunque por desgracia todo parece indicar que lo que hay en la manga no es un as. Personalmente no entiendo el empecinamiento de Pizzi en Vargas y sobre todo en Jonas en detrimento de Vinicius Araújo, al que como en su día le pasó a Alcácer con Djukic, puede que se le esté marginando injustamente. Visto el nivel de Jonás, nulo, apático, más pendiente de gilitoques y giliregates, apostaría a que es así. Tampoco entiendo que se lo ponga tan fácil a los entrenadores rivales mostrando su equipo titular mucho antes de que se dispute el partido.

Aspectos tácticos: lo vengo diciendo de forma reiterada: el Valencia es un equipo demasiado largo -distancia entre líneas defensiva y atacante- que se propone intercambiar golpes con los rivales, y siendo así, es normal que a veces le dejen KO. ¿Qué implica la excesiva distancia entre las diversas líneas? 1. Que no se ganen muchos de los rechaces a los balones largos del rival: permite que su ataque sea sencillo. 2. Que si superan la línea de presión o recogen un rechace tengan mucho tiempo y espacio para pensar y ejecutar, facilitándoles nuevamente que puedan hacer daño. Después también tiene que ver en la mala defensa global del equipo que se presione a destiempo o directamente no se presione por falta de actitud. Y si encima cuando se adelanta las líneas (aunque no de presión, sino en ataque) se pierde una bola por hacer el gilipollas que a la postre supone un gol (el empate de Lafita), la guinda. Creo que es un problema principalmente de concepto: la defensa probablemente juega con miedo y debido a ello suele estar demasiado atrasada; cuando se adelanta, como en momentos de la segunda parte, el portero debe ejercer de "libre": estar adelantado y atento al juego en previsión de cortar cualquier balón en largo adversario. Otra opción es defender como "equipo pequeño", todos en propio campo, resguardado, incluso defendiendo por acumulación, esperando a hacer un contragolpe o aprovechar alguna jugada individual (Valencia de Quique). Lo que no se puede hacer es quedarse a medio camino entre ambas opciones, por así decirlo. Después, si escoges la presión adelantada, la actitud e implicación de los jugadores es imprescindible, también muy importante la buena lectura del juego. Para mí éste es otro de los grandes fallos de Pizzi (poner a jugadores que no están implicados). Tuvo uno más muy craso en el partido: fue quitar a Javi Fuego para dar entrada a Vinicius: muchas veces no por poner más atacantes (Alcácer, Vargas, Araújo, Fede, Feghouli + Parejo) atacas mejor. De hecho, hasta ese momento el Valencia lo estaba haciendo bastante mejor, con llegadas sobre todo a balón parado o a través de los pies de Alcácer. A partir de ese momento se acabó el partido. Más detalles táctico-técnicos: ante la falta de variantes y las facilidades de Pizzi, los rivales parecen encontrar fórmulas que les ayudan a superar al Valencia: una es el "marcaje" del extremo/interior derecho a Bernat: si sube éste le sigue, en ataque intentan buscarle la espalda o el uno contra uno. No es baladí esta situación porque bastante peligro en partidos pasados llegaba debido a las subidas de Bernat, así prácticamente logran anularlo. Por otra parte, debo reconocer que me gustó el detalle en la segunda parte de "centrar" a Fede y dejar toda la banda izquierda a Bernat para que ejerciera de carrilero (con Mathieu o Fuego cubriéndole las espaldas, un poco a lo Alves en el Sevilla): jugar con lados fuertes y débiles, llegadas por sorpresa o por estar, etc. Aunque no saliera del todo bien.

Resumen: Nuevamente el Valencia se adelantó al poco de comenzar, con gol de cabeza de Vargas tras saque de esquina de Parejo. Comenzó intenso el equipo, con Fede como figura hiperactiva en ataque, aunque el acoso apenas duró alrededor de diez minutos. Después se nivelaron las energías y las llegadas: el Getafe empató en un balón largo hacia Lafita tras recuperarlo en defensa propia. Nuevamente un error che era castigado con gol, como nos hemos cansado de ver en épocas recientes cuando al equipo lo entrenaba Djukic. Los jugadores valencianistas quedaron cabizbajos y el único que asumió responsabilidades e hizo cosas en beneficio del equipo, una vez más, fue Parejo. Después Vargas o Fede vía alguna jugada individual, y poco más. Visto lo visto, no tardó el Getafe en adelantarse, en este caso después de un centro lateral a placer tras rechace de un córner: cabezazo inapelable de Marica, que dejó al sistema defensivo en calzoncillos. En la segunda mitad, con las salidas al campo de Feghouli (por Romeu) y Alcácer (por Jonás), además de la inercia de tener que ir a ganar el partido, el equipo mejoró y llegó (y defendió) más y mejor. Fue el tercer cambio del propio Pizzi el que finalizó el partido (Araújo por Fuego): de un dominio más o menos claro al caos más absoluto y la torpeza. Llegó un tercero del Getafe de Pedro León aprovechando una nueva pérdida del Valencia, en esta ocasión en el centro del campo. Y Mathieu fue expulsado por una "caricia" al propio León, que éste se encargó de exagerar.

Más comentarios: 1. La mayor parte del peligro del Valencia llegó a balón parado. Se ha perdido la frescura e inmediatez de los contragolpes y en ataque elaborado se abusa del toque individual. 2. Curiosamente, el equipo valenciano también sufrió mucho a balón parado. 3. Actitudes como las de Pedro León (provocar y después sobredimensionar una acción que para mí no es ni agresión) deberían ser castigadas en lugar de premiadas; eso no es pillería, sino bajeza y vileza. 4. Detalle: minuto 38: Vargas intenta la jugada individual en el centro del campo cuando Parejo un poco más adelantado y libre de marca se la está pidiendo insistentemente y con razón. Vargas recibe una falta y Parejo se enfada con él. Detalles de este tipo pueden marcar un partido: lo que es seguro que si se la hubiera dado, las opciones de ataque con éxito habrían sido mayores. 5. Mathieu terminó expulsado por ejercer de capitán. Debía haberse controlado (o descontrolado) más, pero a mí personalmente y en parte, me gusta esa actitud de rabia (¿o impotencia?) porque significa que no se la suda y le importa el estado del equipo.


GOLES:
1-0 min. 6 
Eduardo Vargas
1-1 min. 24 Lafita
1-2 min. 26 Ciprian Marica
1-3 min. 87 Pedro León

Hoeman, Valencia a 30 de marzo de 2014.

viernes, 28 de marzo de 2014

Seguimiento a Suso: promesa en ciernes, centrocampista total

El show de Suso. Jesús Joaquín Fernández Sáez de la Torre es uno de esos escogidos para jugar al fútbol que sólo puede echarse a perder por conflictos internos-personales, lesiones fortuitas o negligencias de los entrenadores, técnicos y/o alineadores. Conocido como Suso, parece tocado por una varita mágica, y es que aúna al mismo tiempo excelentes condiciones técnicas y mentales que se aplican directamente al juego, las cuales son, en definitiva, las más importantes para llegar a ser un importante futbolista de élite. Es uno de esos futbolistas que parece sentir el fútbol dentro de sí mismo, vivirlo como una necesidad inexorable, interpretarlo con la maestría que sólo es capaz de alcanzar un veterano de batallas ("más sabe el diablo por viejo que por diablo"). Todo ello parece innato, genético en su mayor parte; debido a unos genes que se expresan y otros que se silencian, ARNs que se transcriben, se traducen y otros que son capaces de regular a distintos niveles, proteínas que intervienen en innumerables funciones.


Ayer, en el partido del Almería frente al Valencia, volvió locos a los jugadores ches. Literalmente. Imparable. Cada vez que sus botas acariciaban la bola el espectador se ponía en actitud expectante, sabedor de que este chaval de apenas 20 años era capaz de cualquier cosa, en cualquier instante podía inventar una genialidad, resultar decisivo, etcétera. Actuó de interior derecho (de banda) y se comió a Bernat. Pese a su aparente rol marginal o secundario (por su demarcación) se mostró como el jugador básico, fundamental, primordial de su equipo en ataque: sus compañeros le buscaron constantemente, él respondió de manera soberbia. Ejerció de catalizador y aglutinador al mismo tiempo: con esto quiero decir que la mayor parte del peligro almeriense pasó por sus botas, y que fue el propio Suso el que decidió en cada momento que es lo que más convenía su equipo. Además, la facilidad con la que recibió el balón cuándo y dónde quiso facilitó su labor, y por añadidura, contribuyó a su brillo. Que quería conferir al juego un poco de pausa, bajaba a recibir ya sea escorado en banda o más hacia al medio, recibía de espaldas, controlaba y aguantaba la pelota, oxigenaba el juego, y la daba o incluso se atrevía con el regate para después devolverla. Que quería entrar por banda, pues una de dos, o se desmarcaba a las espaldas del lateral, o recibía el balón y lo daba al compañero cercano para después acelerar la carrera e intentar recibir la pared. Si la jugada salía, centraría con peligro. Que quería ser más directo, pues recortaba hacia adentro, hacia su pierna buena, por lo general dejando la cadera de su defensor por los suelos, desde donde no dudó en probar el disparo; un seco, ajustado y poderoso chut. Pero es que no sólo aportó y fue clave en ataque, sino que se aplicó en defensa, principalmente mediante un pronunciado repliegue (en bastantes ocasiones se le pudo ver en el vértice de su propia área con la intención de defender y/o molestar a Bernat).

Parece un espectro Suso, un fantasma, por su facilidad para "bailar" en cualquier zona del campo, y hacerlo de forma excelsa. En el partido actuó de interior derecho, pero puede hacerlo de forma sobresaliente en cualquier posición del centro del campo. Es más, yo diría que en banda se desaprovechan gran cantidad de sus potenciales virtudes: porque Suso es, entre otras cosas, precisión en el golpeo, combinación, visión de juego prodigiosa, alternabilidad entre pase corto y pase largo, entre pared y regate, entre disparo y asistencia, inteligencia (y acierto) en la toma de decisiones ejecutivas y tácticas. Es cierto que en banda es menor la exigencia defensiva y ofensiva, y probablemente su equipo necesita que haga daño en zonas más adelantadas, de forma más directa; empero la pérdida de protagonismo y responsabilidad hace que el espectador no pueda disfrutar de gran parte de su fútbol, ése que le sale de lo más hondo, y al no poder desplegar todo su potencial contribuye a que el propio equipo no pueda ser dominador. Porque Suso en el centro del campo, centrado de interior o mediocentro, con mayor cuota de posesión y protagonismo, como vértice y pilar, está capacitado para convertir cualquier equipo de nivel medio en equipazo. También es cierto que por su juventud o falta de experiencia, existe el riesgo de que la irregularidad se haga más patente. Hasta que coja confianza y se haga con la manija. Como contraprestación, si por algo no destaca este zurdito es quizá por no poseer unas condiciones físicas al nivel de las técnicas (quiebros con balón en un palmo, precisión en el golpeo, cambio de ritmo desde parado con balón controlado, quiebros sin balón, juego al primer toque, etc.) o a las de la interpretación de juego y acierto en la elección de la acción. Le puede faltar intensidad prolongada -aunque en esta valoración hay mucho de percepción engañosa- o velocidad punta en carrera (aunque ciertamente no es una cualidad que por su tipo de fútbol eche de menos); a veces da la sensación de desconectarse durante momentos, como si le entrase la pereza o un ataque de liviandad, como si adoleciese de falta de voluntad, pero son momentos por lo general efímeros, de poca duración y trascendencia. La inteligencia de Suso, esa extraordinaria capacidad para leer el partido y hacer daño, para aprovechar sus condiciones, gana la batalla. Uno no sabe bien cómo se las apaña, pero él se encarga de que le lleguen balones, y a su vez, de transformar esas recepciones en bolas más peligrosas. Pese a sus capacidades técnicas y su talento para desequilibrar por sí mismo, Suso es un futbolista principalmente colectivo, que está más cómodo sintiéndose importante como parte del equipo, como una pieza fundamental del engranaje, pero creo, nunca como jugador que va por libre y que prioriza la gloria personal al presumible bien del equipo. Porque sí, individualmente puede ser -y de hecho lo es- decisivo, mas como pieza aceleradora, catalizadora, incluso como fuerza aglutinadora en el mejor sentido del término, es lo más.

Interesantes y atractivos me parecieron los momentos en que chocaron los capos Parejo y Suso, que sin ser exactamente iguales, tienen mucho en común por su forma de entender el fútbol, y más aún en la tipología de futbolistas que son y de juego que practican. Valores presentes ambos -con nivel de selección, Parejo también rendimiento-; y también con sus mejores actuaciones por llegar. Como predilección futbolística que es, hice un especial seguimiento a Suso en el partido frente al Valencia, de las que expongo una parte de las notas -las a mi juicio, más relevantes-:

* min. 4. Baja a recibir al centro del campo, la toca en horizontal [Oxigenación, se quita la marca en caso de tenerla o puede contribuir al desbarajuste del sistema defensivo contrario]
* min. 4. Pérdida de balón en un pase atrás. [Error atípico en él]
* min. 6. Desmarque a la espalda de Bernat y pase a la frontal.
* min. 6. Disparo cruzado desde el pico del área tras recorte hacia adentro.
* min. 9. Recibe al pie en banda y combina con el lateral Rafita.
* min. 10. Presión a Bernat tras recepción de este [Incomoda salida del balón adversario e itenta propiciar un error en el rival]
* min. 10. Contraataque de su equipo donde a Suso le falta velocidad/decisión en el acompañmiento de la jugada.
* min. 12. Jugadón individual. Recorta hacia dentro y dispara desviado [Desequilibrio y decisión]
* min. 12. Centro peligroso con pierna derecha ("la mala"), nuevo centro que provoca córner.
* min. 15. Repliegue defensivo tras pérdida de su equipo [Implicación defensiva]
* min. 17. Recibe en banda, dribla hacia adentro y pasa a Soriano (se encuentra en el área) que dispara fuera.
* min. 19. Amaga/quiebra sin balón en el centro del campo (tras recuperación de su equipo) y recibe falta.
* min. 20. Repliegue hasta la frontal de su propia área.
* min. 21. Recibe pelota, la controla, la aguanta antes tres rivales y la da atrás. [Mantenimiento esférico, sabe usar su cuerpo además de su técnica]
* min. 22. Recibe de espaldas y pasa al espacio en profundidad al lateral Rafita, que logra centrar. Pérdida de su equipo: Bernat sube a atacar y Suso le sigue. [Visión de juego y concentración en el partido]
* min. 26. Recibe en banda, la da atrás y se desmarca.
* min. 27. Centra al área. Soriano remata desviado. [Precisión golpeo]
* min. 28. Recibe de espaldas, la da y se desmarca. [Interpretación perfecta del abc del fútbol]
* min. 31. Recibe de espaldas en frontal del área y la deja atrás para el disparo de Aleix Vidal.
* min. 32. Defiende en su banda: apoya y ayuda al lateral [Compañerismo, sacrificio por el bien del conjunto]
* min. 35. Recibe e intenta irse. No lo consigue.
* min. 38. Recupera bola a Parejo, se va de Vargas y provoca falta.
* min. 40. Defiende tras pérdida en frontal.
* min. 42. Recibe abierto, amaga regate y la da atrás. Vuelve a recibir y centra. Despeja defensa rival.
* min. 43. Pelea por balón dividido.
* min. 46. Recibe en pico del área, recorta hacia adentro y se saca un trallazo con la zurda. Paradón de Guaita [Poderoso y preciso chut, precisión y potencia golpeo]
* min. 51. Recorta hacia adentro, se saca un chutazo. Mal despeje de Guaita que remacha Óscar Díaz para convertirlo en gol.
* min. 53. Recibe y prolonga pase a Aleix Vidal [Dinamiza y da fluidez al juego]
* min. 55. Acompaña y defiende a Bernat ante su subida [Implicación y sacrificio]
* min. 58. Recibe en centro del campo y hace un pase en largo [Variedad de recursos que le hacen mucho más complicado de defender]
* min. 59. Recibe en banda y centra con peligro.
* min. 60. Recibe en centro, pase en largo a otra banda.
* min. 61. Pelea balón dividido. No gana.
* min. 62. Repliegue defensivo hasta su propia área.
* min. 63. Recibe en frontal del área y dispara. Guaita no atrapa bien. Balón a córner.
[Entrada de Fede Cartabia, que juega por izquierda en lugar de Vargas, que pasa a la banda opuesta]
* min. 69. Recoge bola en segundo palo y dispara alto con pierna derecha.
* min. 73. No puede recibir balón.
* min. 78. No llega a balón en frontal del área.
* min. 78. Disparo al segundo palo que se va alto.
* min. 81. Se va de Bernat y dispara aunque choca en defensor (Romeu).
* min. 90. Controla y centra. Coge rechace. Encara a Mathieu y vuelve a centrar. Balón se va fuera.
Parece claro que en su juego hay un antes y después tras la entrada de Fede: el argentino sí defendía y ayudaba a Bernat, al contrario que Vargas. Dejar recibir a placer a Suso es una táctica suicida y un error mayúsculo que muestra la falta de preparación del encuentro por parte de Pizzi, o en todo caso, las malas decisiones. Ya se encargará Suso de buscarse la vida para recibir y resultar decisivo, no hay que ponérselo tan fácil.


Hoeman, Valencia a 28 de marzo de 2014.


Foto: http://almeria360.com (JL Matarín).



 PS: A pesar de la calidad en el golpeo de Corona, creo que Suso le supera, y por eso me parece un fallo que no le dieran responsabilidades en su equipo como lanzador en las jugadas a balón parado.

PS2: No he seguido a Suso en el Almería: por lo que leo su temporada ha tenido altibajos -aunque en gran medida por asuntos extradeportivos o no debidos directamente al juego-. Este escrito y las impresiones que reflejo en él se basa a partir del partido mencionado y unos cuantos más de categorías inferiores.

jueves, 27 de marzo de 2014

Mi visión del Almería-Valencia (2-2)

Más allá del resultado, lo que deja entrever este partido es que Pizzi no conocía a Suso, o cuanto menos no había reparado en él, lo que sin duda ha sido un craso error que sin duda ha afectado el transcurso del mismo; ya que el peligro llegaba mayoritaria y abundantemente a través de sus botas. Dejar a Bernat defender solo frente a Suso, que al ser zurdo y tener una técnica excepcional, una vez recibía el esférico hacía lo que quería con el lateral valencianista: recorte hacia adentro, pared con compañero, desmarque a la espalda, centro al área, disparo a portería, pase en largo, apoyar en el centro del campo, etc. Todo ello con extraordinaria comodidad. Increíble que Vargas, que definitivamente parece que va de estrella ya que ni se dignaba a defender, ni uno entre Romeu o Javi Fuego, proporcionaran ayudas pese a la sangría del futbolista almeriense. ¡Menudo futbolista, por cierto! Increíble o inconcebible, lo que se prefiera. Sólo con la salida de Fede se logro amainar "el vendaval Suso".

Respecto a otras cuestiones del partido, comenzó de forma inmejorable con gol de Keita (que se retiró lesionado... y su ausencia se notó) tras aprovechar un error de principiante de Torsiglieri. Pese a que el Valencia estaba mejor plantado sobre el terreno, sigo pensando que deja muchos espacios al rival para pensar y ejecutar, y que es un equipo demasiado largo (distancia entre línea defensiva y atacantes): lo que dejaba margen de maniobra al Almería para intercambiar golpes. En teoría, en esta situación, el que tiene todas las de ganar es el conjunto que aúna mayor calidad, en este caso el Valencia, y todo parecía indicar que así sería tras el segundo gol de Vargas en una bonita jugada con Keita. El 4-3-3 escalonado del Valencia carburaba sin forzar la marcha, o al menos eso parecía a tenor del marcador, aunque el Almería llegaba con demasiada facilidad y poco esfuerzo a las inmediaciones del área che. Podemos afirmar que el Valencia tenía el "control" del partido pero transmitía sensación de fragilidad; parecía que en cualquier momento podía recibir un gol, como así fue. No uno sino dos, en los primeros minutos de la segunda mitad, con caraja importante de todo el Valencia y fallos guaitanos en portería. Desesperante y frustrante fue ver como Suso jugaba a placer, sin oposición; el chaval nos machacó una y otra vez. Una vez salió Fede, Bernat pudo coger aire y el equipo mejoró un poco su mala imagen, aunque con poca claridad de ideas. Tan solo Parejo dio lo que acostumbra y a mi juicio, se marcó un nuevo partidazo. Asume galones.


GOLES:
0-1 min. 1
Seydou Keita
0-2 min. 33 Eduardo Vargas
1-2 min. 51 Óscar Diaz
2-2 min. 53 Miguel A. Corona


Hoeman, Valencia a 28 de marzo de 2014.

domingo, 23 de marzo de 2014

Mi visión del Valencia-Villarreal (2-1)

Nombres propios:

1. PAREJO se la saca. AGAIN. Coge la manija del equipo y no la suelta. Distribuye, protege el balón, llega, asiste letalmente. Hay más: pelea por cada balón, con pundonor; dejó atrás definitivamente la pereza y liviandad. Hay más: muestra personalidad y asume los galones: la puta brújula. Hay más: hay que recordar que es el encargado de lanzar las faltas y los córners, situaciones en las que el Valencia, por lo general, crea mucho peligro. De hecho, los dos goles de Javi Fuego proceden de estas situaciones.

2. Descomunal CYBORG. Es un placer verle jugar: físicamente es casi un mastodonte, un mutante, una aberración pituitaria: un tráiler que además tiene control. Potente, rápido, concentrado, con carácter y liderazgo, notable en la toma de decisiones, seguro en la salida del balón y sin complicarse, con arrancadas de toro hacia el ataque. Intenso. No es infranqueable, pero da esa sensación. Más "autistas" como él.

3. FEDE por fin. Llevó la mayor parte de peligro por parte del Valencia en la primera mitad, volvió loco a Jaume, trabajó en defensa, hizo inteligentes faltas tácticas. Sigue abusando de "chupón" y sigue necesitando urgentemente mejorar en la lectura del juego (especialmente en ataque), lo que es indudable es que tiene condiciones (y personalidad) para convertirse en un futbolista determinante.

4. JAVI FUEGO. Hace un trabajo oscuro e inteligente muy preciado, pero es que además metió un golazo (el primero) y otro de estar en el sitio adecuado en el momento oportuno, al más puro estilo Alcácer. Le falta nivel, pero el tío responde.

El resumísimo:

Primera mitad de mucha intensidad, ida y vuelta por parte de ambos equipos, aunque cuando llegaba el Valencia daba mayor sensación de peligro. Fede erigiéndose en figura principal; Parejo nuevamente cogió la manija del equipo y dando una lección de fútbol. Tras el gol de Javi Fuego el Valencia definitivamente se convierte en amo, lo que se refrenda con un segundo gol del mismo protagonista. Aparte: partido muy serio de Víctor Ruiz, además aportando mucho y muy bien en ataque (aunque sería sustituido por Vezo y no saldría en la segunda mitad).

En la segunda parte bajó la intensidad, y el Valencia realizó un fútbol más contemplativo, casi se podría decir que a placer, con aplomo, ya que el Villarreal no inquietaba. Aún tocó sufrir debido a un fallo de Joao Pereira que aprovechó overrated Giovanni dos Santos. Pero no mucho.

Más cosas: se lesionó Alves, Guaita lo suplió con solvencia. Pese a no marcar y no tocar mucho balón muy buen partido de Alcácer (cada cosa que hace con mucho criterio). Joao Pereira se jugó la expulsión, demasiado al límite e incontrolado. Vargas sigue por delante de Vinícius Araújo: why? Tengo ganas de ver al brasileño desde el principio. Pizzi me sigue transmitiendo muy buenas impresiones pero creo que le falta algo de ambición (este era un partido para golear... o intentarlo) y creo que a veces se obceca demasiado con algún jugador (por ej., Vargas). Me gusta Marcelino como técnico pero por su noción del fútbol creo que depende demasiado de que no haya fallos individuales y de que la concentración de sus jugadores esté al 110%: si se superan sus líneas de presión sus equipos se hacen bastantes endebles.


GOLES:
1-0 min. 35
Javi Fuego
2-0 min. 43 Javi Fuego
2-1 min. 83 Giovani dos Santos


Hoeman, Valencia a 23 de marzo de 2014.

lunes, 17 de marzo de 2014

Los padres, ese cáncer...

"Los padres juegan un papel legendario en las mentes de sus hijos".
El animal moribundo
, P. Roth.

Hasta que llega el momento de matarlos. Para evitar el aborto de la personalidad del descendiente. Llega una edad (la edad del cazador oculto) en la cual el descendiente debe destruir los cimientos creados por los padres, que le aprisiona y asfixia, para poder desarrollar su propia personalidad y manera de pensar libre de prejuicios e influencias adultas tóxicas y nocivas. Una vez pasado ese tiempo crítico, una vez uno es capaz de aceptar los principios y las leyes por las que se rigen los padres, es que se está preparado para ser propagador de infelices criaturas y mediocres procederes de vida. Porque los enfermos, los hipócritas, los locos, los tristes, los conformistas, los cínicos, son los padres.

"Has tenido una vida. Ha habido momentos en que tenías una vida. Cierto, ya no te acuerdas muy bien; pero hay fotografías que lo atestiguan. Probablemente era la época de tu adolescencia, o poco después. ¡Qué ganas tenías de vivir entonces! La existencia te parecía llena de posibilidades inéditas. Podías convertirte en cantante de variedades, o irte a Venezuela." Ampliación del campo de batalla, M. Houellebecq.

Leo una noticia que me llama la atención aunque no me sorprende. Un árbitro de dieciséis años agredido por un padre. Hijo de puta, pienso. Hijo de la gran puta más bien. No me sorprende porque uno ya se ha acostumbrado a ver la transformación de padres que exhiben supuesta decencia y educación en energúmenos poseídos por Satán. Pero me entristece. Probablemente sea un problema de base, de educación fundamental, de mala interpretación del concepto de libertad. Vivir en un país "libre" (las comillas por motivos evidentes, que no vienen a colación en esta entrada) no significa hacer lo que te salga de los huevos, especialmente cuando hay segundos y terceros implicados. Vivir en libertad no quiere decir que deba permitirse la ausencia total de autocrítica ni que deba consentirse comportamientos violentos y agresivos que no tienen justificación. Con la de millones que se mueven en el fútbol profesional (no hace falta ser un lince para observar que un gran número de estos clubes están gobernados por mafiosos y delincuentes de la más abyecta condición, tampoco para ver a los políticos profesionales, carroñeros de escasa honorabilidad, revoloteando alrededor), a veces resulta complicado poner en perspectiva que el fútbol es un juego, un deporte, al menos en categorías pesudoprofesionalizadas o inferiores. Y en cambio uno está harto y cansado de aguantar el comportamiento de imitación a gorilas de los supuestos ejemplos de sus hijos. Es esperpéntico y vergonzante la violencia con la que se expresan, los exabruptos y lindezas que sueltan por la boca, la actitud que muestran; la indecorosidad de su proceder, porque éste no se sustenta en ningún pilar ético o digno de comprensión, tan solo es la muestra de la exacerbación más chabacana de la (supuesta) irracionalidad. Porque la culpa siempre es de los demás. Si su hijo se tuerce el tobillo es culpa del césped que no estaba bien acondicionado. Si su hijo se lanza a la piscina es culpa del árbitro por no ver una falta provocada por un jugador imaginario. Si su hijo es expulsado es culpa del árbitro por inventarse una infracción y del futbolista rival por fingir. Si su hijo falla un gol cantado es culpa del balón que estaba deshinchado. Si su hijo suspende un examen es culpa del profesor que le tiene manía y que no sabe explicar. Si su hijo es un maleducado es culpa del colegio/instituto que no tiene autoridad. Si su hijo es un delincuente es culpa de los amigos que le incitan a ello. Si su hijo bebe, se droga, se convierte en un fracasado, contrae alguna enfermedad, etc. es culpa de todos menos del propio hijo y de los padres que lo concibieron. Y con esto no quiero eximir el resto de factores de culpabilidad, ya que en última instancia y en muchas ocasiones, creo, será la sociedad (que no olvidemos: se conforma de seres humanos individuales; y por ello la condición humana intrínseca es especialmente relevante) la última responsable de las bajezas que sufra todo individuo que la integre.

Lo que pretendo hacer ver en este contradictorio texto (ideas contradictorias y paradójicas se agolpan en mi cabeza, aunque me temo el cerebro no es capaz de ejecutarlas como me gustaría) es que creo que en la sociedad española se antoja imprescindible una concienciación de lo que supone ser padre: no es sólo joder, darle de comer, mantenerle y después hacer lo que salga de las pelotas. Va mucho más allá. Aunque después sea inexorable (y recomendable) la ejecución del propio progenitor.

Pero no. En realidad lo que me apetece es llamar a todos esos padres carentes de educación, violentos, destructivos, ciegos de éxito, digo, lo que me apetece es llamarlos fracasados, cobardes, cánceres, maleducados, desgraciados. Los pobrecitos viven en un espejismo que se encarga de propagar los medios de comunicación con la connivencia de los poderes fácticos y de la propia sociedad, donde creen vivir a través de sus descendientes. Se atreven a creer que el "éxito" de sus hijos es el suyo propio, que por ganar un partido, por meter un gol, que por dar un par de asistencias, son los putos amos, que todo ha sido gracias a ellos, para eso han aguantado todo lo que han tenido que aguantar, y asimismo sueñan con vivir de las rentas de sus queridos niñitos, que algún día serán jugadores de primer orden como el CR7, Messi o Iniesta.

Además de fracasados, ilusos.

Cuando jueguen los hijos, por favor, encierren a los padres hasta que al menos aprendan lo que es el civismo y la decencia. Así que... me temo... no deberían salir en la vida.

Vayánse a la mierda.


Hoeman, Valencia a 17 de marzo de 2014.

domingo, 9 de marzo de 2014

Mi visión del Valencia-Athletic (1-1)

Empate en casa que aniquila cualquier atisbo de esperanza de entrar en puestos Champions –si es que quedaba alguno- y que deja muy claro que el objetivo máximo en Liga será entrar en la Europa League, por lo que los mayores esfuerzos deberían centrarse en la misma competición, en la que el Valencia está inmerso. Lo venía diciendo ya en entradas anteriores, hoy se ha refrendado definitivamente lo que sólo eran conjeturas e impresiones: a Pizzi le falta ambición. No puede ser que se conforme con el resultado ante un rival que aventaja a los che en 15 puntos, puesto que sirve de poco (seguir algo mejor en la lucha por la Europa League) o nada. El cambio final dando entrada a Javi Fuego por Fede, que precisamente era uno de los más entonados en esos minutos del partido, lo dice todo; a ello hay que sumar la lentitud a la hora de ejecutarlos: no fue hasta el minuto 28 de la segunda mitad cuando se decidió a realizar el primer reemplazo (Vargas entró por un indolente Jonas). Más deseo que constatación: tampoco entiendo por qué no le da minutos a Vinícius Araujo, al que no he visto jugar, pero tengo ganas por lo que se escribió de sus características cuando se le fichó. Puede que Pizzi le esté haciendo la misma jugarreta que en su día le hizo Djukic a Paco Alcácer; que viene demostrando que le daba mil y una vueltas a Hélder Postiga. Esta noche de nuevo Paco ha sido el goleador del equipo, pudo marcar alguno más, y no pitaron un penalti que le hicieron con el marcador empatado a cero, cuando se quedaba solo frente al portero y le desestabilizaron con un agarrón desde atrás con el defensor en clara desventaja. El gol valencianista fue muy bonito, con jugadón de Joao Pereira –que tuvo unos primeros diez minutos nefastos pero luego se convirtió en uno de los mejores-, gran desmarque de Feghouli, y centro de éste para que rematara en la línea del área pequeña el más rápido del Oeste, Alcácer. Hay que decir que en la jugada Feghouli estaba en fuera de juego, aunque el árbitro se encargaría de que su error no tuviese relevancia en el marcador pitando un inexistente penalti en el segundo período que marcó Aduriz. El árbitro también se propuso ejecutar lo que le mandan desde arriba (¡hola Díaz Vega y cía!) con una aplicación arbitraria (nunca mejor dicho) de las faltas y tarjetas, que claramente perjudicó a los che.

Fue éste un partido de ritmo, de intensidad, de ida y vuelta, de espacios, de contragolpes, y sobre todo, de jugadores y jugadas individuales. Sigo viendo al Valencia un equipo demasiado largo, con excesiva distancia entre líneas –la defensa demasiado atrasada, la presión ineficaz-, lo que facilitó que muchos de los despejes a los balones en largo que envió el Athletic los ganaran los propios jugadores rojiblancos, con espacio y tiempo para pensar y ejecutar. Comparado con el equipo de Djukic éste defiende infinitamente mejor, pero aún así, no lo hace tanto como equipo al unísono sino “por bloques”, por decirlo de alguna manera. Ocasiones y llegadas por ambos bandos, mucho peligro a balón parado también por parte de los dos equipos. Por juego desplegado por uno y otro, probablemente un resultado justo. Aunque sabe a poco.

También mencionar que el centro del campo Parejo-Keita no funcionó todo lo bien que cabría esperar, estando el madrileño muchas veces demasiado solo a la hora de construir y organizar; además sufrió durante varios tramos un marcaje bastante insistente; Parejo apareció menos de lo que le necesitaba su equipo, pero cuando lo hacía se notaba. Junto a Cyborg el único imprescindible a fecha de hoy.



GOLES:
1-0 min. 23
Paco Alcácer 
1-1 min. 53 Aduriz
 


Hoeman, Valencia a 9 de marzo de 2014.

viernes, 7 de marzo de 2014

Impresiones de los sub21


España dispone nuevamente de una selección sub21 de un nivel, creo, altísimo. Además, en todas las demarcaciones salvo, creo, la de defensa central. Once de inicio: Pacheco; Carvajal, Sergi Gómez, Amat, Alberto Moreno; Rubén Pardo, Sergi Roberto; Muniaín, Isco, Jesé; Morata. Para echarse a temblar. Y salieron desde el banquillo Bernat, Saúl Ñíguez, Denis Suárez, Deulofeu o Pablo Sarabia. Aúpa. Y no fueron convocados Suso, Álcacer, Óliver Torres, Manquillo (por lesión), Campaña, Carles Gil o Jairo. Más madera. Para mí particularmente sangrante los dos primeros citados. Me declaro fan de Suso desde que lo viera en el Mundial sub20: mientras todos destacaban a los más obvios Óliver Torres, Deulofeu y Jesé, a mí el que me dejó prendado fue Suso. Me parece el centrocampista total: excelente técnicamente, dinámico y lo que es más importante, con una capacidad para la lectura del juego privilegiada. Es muy raro verle perder un balón o cometer un error por una mala elección, a lo que hay que sumar un repertorio de pases de sobresaliente precisión y ejecución (en corto, en largo,... cambios de orientación, paredes, combinaciones, pases al hueco y al pie, etc.) y un regate en corto majestuoso, además de un control de pelota prodigioso. Cierto es que quizá sus mayores carencias sean físicas, sobre todo en cuanto velocidad en carrera (que no mental y por lo menos no tanto de movimientos); no tiene gran cuerpo pero sabe usarlo a la perfección; esconde la bola con maestría e interpone su cuerpo provocando muchas infracciones. También se le puede acusar de retener en exceso la pelota en ocasiones. Lo que no se le puede achacar es no tener personalidad o esconderse en los momentos decisivos, en todo caso hará todo para aparecer y resultar determinante. Además, puede rendir en cualquier posición del centro del campo. (A nivel defensivo, pese a su inteligencia, se le debe exigir mucho más). Por todo lo dicho, me parece un sacrilegio prescindir de él: en mi equipo sería titular indiscutible. Pese a la competencia. También me chocó no ver a Paco Alcácer en la convocatoria, más teniendo en cuenta que Morata era el único delantero puro disponible. Otro de los infravalorados de aquella selección sub20, que no partía ni como titular. El motivo es sencillo: Alcácer no tiene apariencia de delantero y los prejuicios se imponen en las mentes. Pero para mí, Alcácer es un futbolista pura raza, un killer con los mejores movimientos de gol que mis ojos recuerdan desde siempre. La comparación que hago con el Torpedo Gerd Müller no es baladí ni casual (más allá del nivel, y que uno haya hecho todo en el fútbol y el otro tenga un largo camino por recorrer): ambos son un tipo de futbolista muy similar, con una concepción del fútbol particular y unas condiciones físicas a priori limitadas para la posición que ocupan. Aunque como en el caso de Suso, por la tipología de juego de Alcácer, no le hace falta medir como Drogba, tener la velocidad de Claudio López o el tren inferior de Agüero. Para no llevar a equívocos: Alcácer no es un jugador de jugadas ni regates espectaculares, sino un excelente percutor, que aunque pueda parecer lo contrario posee una notable técnica individual -juego al primer toque, control del balón, remate de primeras, dejadas para compañeros, etc.- y un muy buen juego de espaldas; aunque en su debe, si quiere resultar más útil para sus equipos, está el ser más participativo (por ejemplo bajando a recibir y dejándola a un compañero que venga de cara; yendo a la frontal del área para ofrecer un apoyo;...), que si combina con sus excelentes desmarques, le harán letal. También, presumiblemente, le hará bien trabajo de gimnasio.


Especificadas las ausencias a mi juicio injustificadas, creo que esta selección consta de diversos jugadores que podrían ir YA con los internacionales absolutos:
a) Dani Carvajal: una locomotora, ida y vuelta constante, nivel aeróbico envidiable con un potencia silenciosa (o no aparente) pero definitoria, hay que sumarle su muy buen técnica individual y su carácter. En su debe, mayor seguridad defensiva (algún fallo de concentración y de concepto, mejora en defensa individual y táctica).
b) Cualquiera de los laterales izquierdos de entre Alberto Moreno y Juan Bernat: el sevillista me parece más pausado, más aglutinador de balón, más centrocampista de control, combinación y toque, mientras el valencianista es una pequeña locomotora muy inteligente (pocos errores propios de concepto se le pueden echar en cara, sobre todo con balón y en ataque), rápido, serio, fiable, disciplinado, de llegar al espacio -y por añadidura, más extremo-. Como buenos laterales (reconvertidos) ofensivos defensivamente es donde ambos aúnan más carencias.
c) Isco Alarcón: ha crecido muchísimo, ahora puede ser decisivo desde cualquier posición del campo (en el partido se marcó unos pases de gol alucinantes casi desde la línea divisoria del campo) y sabe leer e interpretar mucho mejor el juego; no abusa tanto del regate ni de intentar la jugada individual. Apoya, sigue sabiendo proteger el balón (y meter el culo como seña de identidad) magníficamente, se saca de la chistera asistencias, jugadas o disparos al alcance de unos pocos privilegiados técnicamente. Su marcha del Valencia fue una cagada mayúscula por parte del club.
d) Jesé Rodríguez: de los tres que se llevaban las portadas (con Óliver Torres y Deulofeu) en el Mundial sub20 el que más me gustó y el que más me gusta en la actualidad. Como Gerard Deulofeu, puede pecar de chupón, pero a diferencia, su lectura del juego es infinitamente superior y su juego mucho más dinámico (aunque no tiene la arrancada desde parado característica y mortífera del catalán). Conjunción de condiciones físicas y técnicas envidiables, por sobresalientes. Instinto de gol y vocación atacante.

También me parece muy destacado el nivel que ofrecen jugadores como:
- Rubén Pardo: con criterio, muy técnico, muy bueno en distribución, precisión en el pase (excelso en las aperturas a banda y cambios de orientación), dinámico. Le falta físico y cuerpo, pero es "hiperactivo" y me parece que inteligente en su posicionamiento. Para mí, siempre mediocentro.
- Sergi Roberto: un todocampista de corte clásico: ida y vuelta, zancada, juego a pocos toques, sacrificio, llegada, recorrido, buenísima capacidad técnica, disparo, etc.
- Álvaro Morata: notable físico que aprovecha en el juego de espaldas y para proteger el balón, buenísima velocidad que aprovecha para desmarcarse al espacio o para llegar en carrera al remate, potente, oportunista -su olfato es típico de delantero a lo Morientes-, mucho más técnico de lo que pueda parecer a simple vista. Su mayor virtud es la mental, sus desmarques lo atestiguan; conoce el oficio a la perfección, es un elemento muy útil para el equipo (y versátil).
Sin olvidarme de Saúl Ñíguez (un mediocentro con muy buenos conceptos defensivos, fuerte y con buena técnica), Denis Suárez (si lo enfocan bien podría ser algo así como el Di María español), Gerard Deulofeu (en la jugada individual es desequilibrante, pero muy desesperante-exasperante en el juego de equipo (principalmente por su egoísmo y por su deficiente lectura colectiva, además de por sus demasiado habituales "fases de desaparición")) o Pablo Sarabia (la elegancia del golpeo, le falta sangre y algo de nivel).

La gran decepción para mí es Iker Muniaín. No dudo de sus condiciones técnico-físicas, pero el chaval se empeña en desaprovecharlas, o al menos, no las utiliza como debiera.

De la selección alemana tenía ganas de ver la evolución de Marvin Plattenhardt, lateral izquierdo que me encadilara en un Europeo sub17. Pues eso: me quedé con ganas. Sólo jugó los primeros 45 minutos, y en ellos sufrió mucho defensivamente ante los ataques de Jesé y Carvajal (y la poca ayuda de Bittencourt); con el balón en los pies me dejó muy buenas sensaciones: elegancia, técnica, precisión en el golpeo, proyección ofensiva. Otro que me dejó con las ganas es el mediocentro Emre Can: en lo poco que se le vio destacó por su capacidad técnica y precisión en el golpeo, aunque tuvo algunas pérdidas peligrosas que no debiera y me transmitió la sensación de excesiva frialdad. La lesión que obligó su cambio en la primera parte tampoco ayudó. Por él salió Moritz Leitner, otro de los talentos de esta generación. Perteneciente al Borussia Dortmund (aunque cedido al Stuttgart), me pareció un mediocentro/interior de un corte muy similar al de Ikay Gündogan: de poco físico, eléctrico y dinámico, muy técnico y con gran manejo de pelota, notable en el juego al primer toque y en el regate, balón pegado al pie, gran capacidad para esconder bola,... aunque le faltó presencia (¿irregularidad?) y creo que nivel defensivo.


El que más me impresionó en el equipo alemán es uno que no esperaba: su central Robin Knoche, que por sus características físicas y su forma de jugar recuerda inmediatamente a Per Mertesacker. Con 1.90 m de altura, su principal cualidad creo que es la colocación, al menos durante el encuentro me pareció magnífica. Diestro, poseedor de una buena capacidad técnica para la demarcación que ocupa, es fiable con el balón en los pies aunque no se complica en caso de posible situación peligrosa. El criterio -la elección de hacer lo que más se ajustaba según las circunstancias- fue otra de sus virtudes. En el juego aéreo sobresalió, como era de esperar. Aunque tiene una debilidad muy aparente, que no es otra que la falta de velocidad, que se nota mucho más con la línea defensiva adelantada. También me pareció percibir algún descuido de su espalda. Por tanto, me parece un defensor eminentemente mental.

Otros jugadores alemanes que llamaron mi atención: Bernd Leno -pese al error que supuso el primer gol español, me pareció advertir un buen juego de pies; además de agilidad, rapidez de movimientos pero... ¿inconsistencia e irregularidad?)-, Julian Korb -un lateral derecho muy serio, que concede pocas ventajas defensivas, jugador de equipo-, Leonardo Bittencourt -extremo o interior gaseosa: técnico, rápido, eléctrico, con gran golpeo,... pero poco productivo y con escasa aptitud/voluntad defensiva-, Kevin Volland -interior de fuerza y potencia, muy inteligente, llegador, trabajador no exento de técnica- o Amin Younes -atacante con desparpajo y buena técnica, irregular-.


Hoeman, Valencia a 7 de marzo de 2014.

Fotos: www.zimbio.com (Manuel Queimadelos/Getty Images Europe), www.uefa.com (Sportsfile), www.faz.net (DPA)


POSTSCRIPTUM: Tras mucho tiempo volví a ver un partido de categorías inferiores, y lo que es más importante, volví a sentir la pasión por descubrir a jóvenes desconocidos (para mí) y no tan desconocidos. Fue este amistoso España-Alemania sub21 del pasado martes 4 de marzo de 2014. (Resultado final: 2-0 con goles de Morata e Isco).