Valencia, fútbol y otras cosas

domingo, 21 de diciembre de 2014

Delirios por el 3-4-3

Nota introductoria: hace ya unos meses -concretamente el día 16 de septiembre de 2014- se publicó un texto mío en Valencia Corner sobre la posibilidad de que el Valencia jugara con un dibujo tipo 3-4-3. Si bien los nombres y las posiciones no son idénticos, sí creo que tras el partido de ayer frente al Eibar -lúcido en bajarse al barro- tiene vigencia rescatarlo hoy en mi blog para quien desee echarle un vistazo. (Alves; Mustafi, Otamendi, Orban; Feghouli, Parejo, Fuego, Piatti; De Paul; Negredo, Alcácer)


No estoy loco. Aunque todos los locos lo niegan. Je. A partir de los planteamientos de Nuno Espírito Santo en los partidos de Liga y también de pretemporada uno le da a la ventura del pensamiento onanista y las elucubraciones. Tanto es así que ve factible el jugar partidos con un dibujo táctico 3-4-3. Y está encantado ante la mera posibilidad, ante la inerte sospecha de dicha opción. Sin ir más lejos, es algo que ya ha sucedido en fase ofensiva y también en milésimas de fases defensivas. La llegada de Negredo ayuda a dar verosimilitud a dicha posibilidad.

Y es que: hemos visto a Fuego ejercer de líbero a los centrales hacer de laterales a los laterales actuar como carrileros-extremos a los extremos de segundos puntas-delanteros al delantero de delantero-extremo a los centrocampistas interiores de mediocentros-volantes y al portero de portero. En este sistema de juego, a mi juicio, el hombre-clave es el líbero, rol del que se encargaría el gran Javi Fuego, ese futbolista silencioso que es el sostén del juego global; el hombre que se encarga de que la diferencia entre fase defensiva y fase ofensiva apenas sea perceptible, ya que cuando está Fuego ambas se funden en una sola, o al menos eso intenta. Fuego es nuestro Makélélé particular… Por lo visto hasta el momento, el Valencia es un equipo que tiene problemas para funcionar y crear peligro con posesión de balón, especialmente dificultosa es la situación de la posesión desde la defensa propia. Tiene una interpretación básica: Nuno no quiere utilizar –por lo visto hasta el momento- a los laterales como gestores de la salida, a pesar de tener aptitudes para ello (en especial Gayà), sino que los quiere más arriba ejerciendo de centrocampistas –lo que a su vez ayuda a la ocupación de espacios ofensivas con dos objetivos principales: 1. Ofrecer ventajas/ayudas ofensivas a la hora de atacar; y 2. Intención de robar más arriba con mayor número de efectivos, lo que facilita (teóricamente) las opciones de rápida transición-. De ahí el rol de líbero que ha asumido Fuego durante muchas fases de partido, especialmente en salida de pelota. Ha sido el “apoyo” de los centrales y laterales: a los primeros les ha permitido asumir más riesgos si se deciden a ser ellos los que dan el primer pase hacia adelante o les permite desahogarse de esa opción y eludirla en caso de ser Fuego el ejecutor, mientras a los segundos les permite desentenderse de esta responsabilidad y tirar millas hacia adelante, con espacio, hasta donde ellos quieran o se lo permita el equipo/técnico.

Por ahora, salvo en jugadas puntuales, esta forma táctica de proceder sólo la hemos visto con relativa asiduidad en fase ofensiva, ampliarla a fase defensiva “sólo” exige estirar un poquito más la exigencia, concentración y coordinación en la presión. La principal debilidad que veo a la posibilidad del 3-4-3 es Diego Alves, que tendría que ejercer de segundo líbero –un poco a lo Neuer (afortunados nosotros contemporáneos de poder disfrutar de un portero como éste)-: el brasileño da la impresión de sentirse más incómodo cuanto más alejado del área pequeña se encuentra. Pongamos un ejemplo:

3-4-3

Son los nombres que he elegido, en una variante 3-4-1-2, pero cualquiera de la plantilla tiene cabida en él; algunos de los jugadores están capacitados incluso para ejercer diversos roles. Teniendo en cuenta que el empleo de este dibujo táctico, según mi entendimiento, debe hacerse para abrumar, arrollar, disfrutar matando; cómo molaría ver las cabalgadas por la banda de Feghouli y Gayà transformados en guepardos; así como un triple movimiento delanteril: uno cae a banda, otro baja a recibir, el tercero hace desmarque de ruptura, más llegada de uno de los centrocampistas-medusas (Parejo, Gomes) de cara para disparar a placer; o una subida a tutiplén de Fuego tras recuperación por anticipación; e incluso las posibilidades que otorga en el juego directo. Parece un sueño, empero creo que es una opción que no debe descartarse; por lo visto de Nuno, en el aspecto táctico está demostrando tener un amplio libreto con excelentes conocimientos, y lo que es más importante, parece saber llevarlos a la práctica. Como equipo “mutante” y “flagelar” que es este Valencia inicial, no es descabellado pensar que en el transcurso de un mismo encuentro veamos distintos dibujos, claramente diferenciados, en el campo; abogo por un 3-4-3 global, tanto en fase ofensiva como defensiva. Con Fuego siendo el Rey.

viernes, 21 de noviembre de 2014

¿Qué ha sido de JV Aleixandre?

El domingo pasado amanecimos revolucionados en twitter, con un "bombazo" mediático que dejó caer Ferrán Torrent, donde venía a decir que el periodista JV Aleixandre había sido katanizado por presiones del Valencia, encarnadas en la figura de Damià Vidagany. ("El redactor en cap d'esports de , J.V. Aleixandre, destituït a petició del cap de premsa del València C.F"). Casi una semana después seguimos sin noticias de Aleixandre, aunque sí sabemos que no ha escrito su columna en el periódico.

Para mí Aleixandre es la mejor pluma dentro el periodismo deportivo valencianista, aunque rara vez comparto sus alusiones e interpretaciones. No soy un fiel seguidor de sus escritos -no compro el periódico- pero ello no es óbice para admirar su forma de escribir, el ritmo de su prosa o las palabras que conoce y utiliza; si bien a veces al leerle puedo pensar que está "enajenado", "contaminado por sus prójimos" o bien "tiene la cabeza en otro planeta". De lo que no cabe duda es que Aleixandre ha sido un feroz crítico de Salvo a lo largo del proceso de la venta del Valencia Club de Fútbol, y (opinión personal) no sería de extrañar que el desistimiento de sus labores sea la venganza del actual presidente valencianista para con el periodista. Un presidente, recordemos, que ofrece un trato de favoritismo a Julio Insa y su equipo. Escribo desde el desconocimiento de la situación concreta acaecida pero desde el conocimiento en experiencia propia de la vida, y claro, el deber de uno es al menos interrogarse acerca de si lo escrito por Torrent es verosímil. A mí me lo parece. ¿Por qué no otros? No sabría contestar a esa pregunta más allá de pensar en la calidad de la prosa de Aleixandre, que sin duda no poseen el resto de periodistas que dedican la información y/o opinión al Valencia, en tanto en cuanto, está más capacitado para seducir (y por añadidura convencer) que los demás.

Este hecho, que Aleixandre no ha escrito esta semana en Levante-EMV, ha quedado totalmente silenciado, y probablemente si no llega a ser por el tuit de Torrent, muchos no nos habríamos ni enterado. Son suposiciones que de ser ciertas, a servidor no le gustan nada. Porque a esta suposición hay que sumar la decisión "proteccionista" para con los medios de comunicación que tomó el club en la Junta General de accionistas, coartando gran parte de su potencial actividad -no estaba permitito retransmitir en vivo- y queriendo dejar su función en la de meros voceros o cronistas. Cabe recordar que el Valencia no es una empresa "normal"; que hace uso de un nombre que representa una tierra, una ciudad, un sentimiento,... y que la gran mayoría de aficionados al Valencia no tienen acciones, y pese a ello, son los que sustentan en gran medida la vida del club de fútbol.

Yo creía que el periodismo era otra cosa, que no era ir siempre por detrás, interesado en lo más estúpido de la gente, que no se limitaba a repetir lo obvio, que también podía ser algo creativo, no tomar notas en ruedas de prensa y servir de altavoz a los que tienen dinero para pagarlo. Me he dado cuenta de que los que hacemos los periódicos pensamos que la gente es gilipollas y hemos decidido ponernos a su altura hasta tal grado que nos hemos convertido en auténticos gilipollas...
Cuatro amigos. David Trueba.

miércoles, 12 de noviembre de 2014

Sobre la interpretación de las estadísticas

Un periodista deportivo, para más señas atlético, escribió en twitter: "Atlético de Madrid: Cuarto equipo que menos faltas hace en Liga (150) y segundo que más amarillas ve (36). Pero hay protección arbitral."

Sustentado exclusivamente en estos datos, y siempre según él, demostraba que el Atlético no tenía protección arbitral, ya que el ratio tarjetas : faltas cometidas era muy alto. Quise hacerle ver que incurría en un error ya que: a) el número de tarjetas no depende solamente del número de faltas cometidas, sino de la gravedad, circunstancias, etc; y b) el número de faltas pitadas no es igual al número de faltas cometidas. Resulta muy sencillo darle la vuelta a esos datos, y evidenciar la supuesta protección arbitral con los mismos, indicando precisamente que el que sea el cuarto equipo que menos faltas comete en Liga es debido a la protección arbitral -le pitan muchas menos faltas de las que hacen-. No quisieron entender mi contraargumento, que básicamente es: que afirmar que esas estadísticas demuestran por sí mismas que no existe protección arbitral es una falacia, y por añadidura, una interpretación totalmente carente de rigurosidad. Otra cosa sería que hiciera un análisis serio del conjunto de los partidos del equipo madrileño con el que efectivamente pudiera demostrar la irónica (?) afirmación del tuit, y en todo caso, apoyarse en esas estadísticas. No he seguido al Atlético, es más, lo que haga me la trae al pairo mientras quede por detrás del Valencia, pero tras intentar hacerle ver lo obtuso de su "demostración" el propio periodista y otra periodista con la que tuve el intercambio de tuits mentaron Real Madrid, Barcelona y "¡qué pena que clubes como Valencia y Atlético no se apoyen!". El y tú más al que por desgracia estamos tan habituados. No quisieron entender que una cosa no tiene que ver con la otra.

(Y no pude evitar descojonarme tras sacar a colación, precisamente a mí, a Madrid y Barcelona)

lunes, 3 de noviembre de 2014

Lo que esconde la victoria

Mítica portada de Superdeporte, tomando por tontos a sus lectores
Ocurre en el fútbol, y en todos los ámbitos de la vida, que lo importante es ganar, casi siempre la forma en que se consiga determinado éxito da lo mismo, porque el éxito es el fin único y lo único que llena el espíritu de vacuidad. Así que no extrañan las alabanzas recibidas por el partido (con victoria) frente al Villarreal y las críticas del propio contra el Deportivo (derrota), que en cuanto a juego y ocasiones adversarias no estuvieron desparejados. Es más, fue el Villarreal el que tuvo la primera clarísima ocasión  para adelantarse, en un balón en largo de los amarillos que controló Uche, pasó a banda derecha y el centro fue rematado por Trigueros. Apenas unos segundos después en un balón en largo hacia Feghouli, el mismo Trigueros se marcó en propia portería al intentar despejar el centro (ya que si no estaba Rodrigo absolutamente solo para acribillar). A pesar del resultado final (1-3), en el análisis frío, el Valencia no fue superior a su adversario excepto en algunos momentos de la segunda mitad; pero el gol definió. Los dos restantes llegaron tras saques de esquina, con un Piatti estelar como asistente. Piatti, siempre discutido por gran parte de la afición y gran parte de las personas que confeccionan los medios de comunicación. Me parece curioso, cuanto menos, que el buen inicio liguero de los ches se esté sustentando en el gran rendimiento de los, a priori, eslabones más débiles. Porque no es sólo Piatti el que da la talla, le pese a quienes les pese, también Barragán, Feghouli y especialmente, Fuego. El rendimiento de éstos es el "extra" que hace que el equipo se muestre serio, sólido, y también permite que muestre dosis de genialidad. Mención destacada para Fuego, al que muchos ignorantes futbolísticas querían fulminar antes de comenzar la temporada, a pesar de no encontrarse ya David Albelda en la plantilla. Porque no nos engañemos, muchos de los que criticaron con tal fiereza y sinrigor a Fuego hacían loas y felaciones mediáticas al David Albelda de los últimos tiempos, que era cono antes que futbolista. Las vergüenzas del mismo quedan en evidencia una vez se compara su aportación con la de Fuego (y lo que sumó en lo que fue la semilla del equipo competitivo que estamos viendo, con Pizzi en el banco), por mucho lavado de cara que se le quiera hacer y por mucho intento de lobotomización a la afición valencianista. Dejo de lado este interludio para continuar con mi perspectiva acerca del encuentro, que tuvo un ritmo frenético en los primeros veinte minutos, ida y vuelta constante, ataques y contraataques con muchos efectivos por parte de ambos bandos, intensidad en la presión y velocidad en el movimiento del balón, oportunidades por doquiera. Pudo y mereció empatar el equipo castellonense, los jugadores valencianistas tuvieron más pérdidas de las aconsejables en zonas donde no deben producirse. Como era lógico, a partir del minuto veinte el ritmo bajó, en parte propiciado porque Nuno hizo que se atrasaran Piatti y Feghouli, ya que hasta entonces a la hora de defender el equipo tenía muchas veces una confección 6 + 4. Fue entonces cuando Fuego se hizo definitivamente con la manija, cogió la escoba y empezó a barrer lo suyo, lo de André Gomes y lo de quien lo necesitara. Servidor incluso llegó a dudar de si no se habría clonado y hubo por el campo múltiples Fuegos, el tío era ubicuo, siempre donde se le necesitaba. Colosal muestra de lo que debe hacer (y cómo) un mediocentro. Partido que merece ser enseñado a cualquier chaval que quiera saber el rol y las funciones de un pivote defensivo. Por contra, fatal Rodrigo, que no dio una a derechas en todo el encuentro, especialmente desacertado en esta primera mitad. Sufrió y mucho el conjunto de Nuno en los últimos diez minutos de la primera parte, a pesar de Fuego.

La segunda parte acabó como la primera, con los amarillos apretando y llegando, el Valencia sólo respiraba a partir de las recepciones de espalda de Alcácer, al que siempre hacían falta. Sin embargo, fue el propio técnico del Villarreal el que facilitó las cosas al Valencia, con sus nefastos cambios. Quitó a Moi Gómez, para mí el jugador de mayor talento del Villarreal, que pese a no haber tenido un rendimiento espectacular, siempre es un peligro y puede crear desde cero, para dar entrada a Jona Dos Santos. A ello se sumó el gol de Mustafi tras un gran centro de Piatti. Lo cierto es que fue en este momento cuando los jugadores valencianistas se sintieron realmente cómodos, y con el tercero de Mustafi en el setenta-y-tres, tras un nuevo saque de esquina, la cosa quedó completamente sentenciada. Rodrigo jugó cuarenta minutos de más, eso sí (fue sustituido cinco minutos antes de finalizar por De Paul). El partido, tras el descanso, pedía a gritos la entrada de Negredo por Rodrigo. Nos quedamos sin ver en acción la dupla Alcácer-Negredo.


Hoeman, Valencia a 3 de noviembre de 2014.


sábado, 4 de octubre de 2014

Victoria para consolidar (Valencia - Atlético: 3-1)

Partiré de este pensamiento: para mí no ha sido un partidazo en lo que a juego se refiere, más bien ha sido un partido donde ha prevalecido el otro fútbol, y desde ese punto de vista, cuyo dominio a la larga hace sumar muchos puntos, sí, podemos definirlo como partidazo. El duelo lo ganó Nuno desde mucho antes de disputarse, con la consigna a la afición a reventar Mestalla y animar a muerte al equipo y la motivación psicológica de los propios futbolistas, con artes como el uso de frases de grandes deportistas de la historia. Los tres goles en apenas 13 minutos, creo, son en gran parte consecuencia del dominio mental de la situación del entrenador che: si uno analiza uno por uno: el primero es una falta total de entendimiento-coordinación entre Miranda y Moyà en un balón en largo de Mustafi; el segundo procede de una excelente combinación de entendimiento y genialidad entre Gomes (que se mea en los adversarios que le salen a su paso) y Alcácer (esa devolución-pared al primer toque, no es la primera con Gomes) tras un saque en largo desde portería; el tercero es una ingeniosa jugada a balón parado donde tres jugadores del Valencia efectúan el "trenecito" para desconcertar al rival y que pierdan la marca (y vaya si lo consiguieron) que aprovecha el último componente y mejor cabeceador del equipo, Otamendi. Trece minutos de frenesí, pura adrenalina, euforia, voluptuosidad y locura. Orgásmico: ni el más optimista de los valencianistas pudo imaginar este inicio. Bueno, probablemente Nuno sí. Empujados por un público entregado, que al mismo tiempo intimidaba a los atléticos. ¿Fácil, no? Pues va a ser que no.

El riesgo inherente a este tipo de estrategias es también principalmente extrafutbolístico: una vez se pasa el efecto adrenalínico, el cuerpo queda amodorrado, en modo-plof. A mi entender, eso es lo que le sucedió al Valencia a partir del minuto 20, con una clara ventaja en el marcador. El Atlético forzó la máquina y apretó con intensidad, presión adelantada, balones en largo y jugadas a balón  parado. Recortó distancias Mandzukic en un (mal) rechace de Alves a un disparo (mal defendido por Gomes) de Tiago, no estando ni Mustafi ni Barragán lo suficientemente hábiles ni atentos al mismo. Esa jugada resume el bajo nivel de intensidad y el adormilamiento que sufrió el conjunto che hasta finalizar la primera mitad. Pasividad que pudo pagarse más cara si Alves no hubiera detenido un penalty a Siqueira cuando expiraban los primeros 45 minutos.

La cara del equipo cambió en cuanto actitud en la segunda mitad, intentando dominar el otro fútbol, con apenas una ocasión clara en un desmarque made in Torrent de Alcácer a pase de Gayà, que el primero remató fuera. Tampoco el Atlético llegó con claridad -recibió de su propia medicina-, sus aproximaciones se basaban exclusivamente en jugadas a balón parado. A juicio de quien escribe, el colegiado Teixeira Vitienes empleó una vara de medir distinta a la hora de pitar y cobrar "faltitas" según a qué equipo favoreciera, también a la hora de sacar tarjetas amarillas. Digamos que la tendencia arbitral fue favorable al Atlético. Espeso partido, nada espectacular -a excepción del inicio-, que sirve a los valencianos para obtener tres puntos más y ganar en confianza y empaque; aunque servidor, sabedor del jugo que puede sacar Nuno al equipo, pide más: el Valencia de momento se limita a seguir haciendo lo que hace muy bien -gran parte explicado en este blog-, lo que probablemente le sirva para entrar en puestos Champions o cuando menos estar en la pelea hasta el final, pero creo que debe ampliar en recursos y variantes: especialmente mejorar productividad con posesión de balón y tener más continuidad en el juego, también mejorar en diversos aspectos defensivos. Soy consciente de que se enfrentó al vigente campeón de Liga y con el aplastamiento de moral inicial Nuno nos ha mostrado que es capaz de dominar otros aspectos del juego, que en rigurosidad no forman parte de tal.

Tras lo dicho, breves muy personales:
- Tremendo partido de Javi Fuego, el jugador clave del equipo con esta forma de jugar. Para mí el mejor.
- A pesar del serio partido de Mustafi y la sobriedad que se le entrevé, prefiero a Vezo por un mero motivo: me da la sensación que Vezo tira el equipo hacia adelante (no tiene miedo de defender alejado del propio área), mientras por el contrario Mustafi tiende a "acular" el equipo, inhibiendo en parte la subida de la línea defensiva y provocando que el equipo sea: a) más defensivo-menos eficiente ofensivamente, o b) más largo.
- No me está gustando Rodrigo tanto como a otros: creo que en general está siendo algo torpe escogiendo la opción más adecuada en cada momento, lento y a destiempo. Aunque por su calidad, es innegable que desequilibra.
- Otamendi creciendo como capo de la zaga y del equipo. A ver quién le tose. No duda en intimidar a través del otro fútbol. Al contrario que otros como Ricardo Costa o Joao Pereira, él sabe hacerlo.
- ¡Qué jodidamente bueno es Nuno leyendo los partidos, en cada rueda de prensa que da se aprende de fútbol!
- Relacionado: me pareció escuchar en unas declaraciones a Otamendi diciendo algo así como "según los jugadores de ataque y la forma de atacar que empleara el Atlético NUNO sabría cómo hay que defender la jugada". Si la escuché tal y como lo creo, ello conlleva muchas horas de trabajo previo de scouting y análisis del técnico valencianista y su equipo, así como una certera lectura táctica que ha de transmitirse a los futbolistas, y por qué no obviarlo, una enorme confianza en sus capacidades.


Hoeman, Valencia a 4 de octubre de 2014.

domingo, 28 de septiembre de 2014

Punto bueno (Real Sociedad - Valencia: 1-1)

Complicado partido el que le tocó disputar al Valencia en campo de la Real Sociedad. El equipo che consiguió rascar un punto. A pesar de verse superado -en juego, ocasiones de gol, presión- durante gran parte del mismo. Sorprendió Nuno con la entrada de Mustafi por Vezo y la de Carles Gil por Piatti. La Real Sociedad salió a morder con una presión asfixiante con muchos hombres. Adelantada. Intentando no dar tiempo a los centrales a pensar en sus desplazamientos en largo. Porque hay que tener en cuenta que el guión pensado por Nuno era muy similar al de otros partidos. Arropados posicionalmente a partir de la defensa. Sin intención de construir desde atrás. Más bien buscando el robo y posterior transición. O el balón en largo. Problemas. Los envíos en largo eran más imprecisos de lo habitual. En parte por lo presión de la Real. En parte por su colocación sobre el césped. (Enorme el trabajo de Markel Bergara, el Fuego de los vascos).Se puede decir que el Valencia recibió de su propia medicina. Era incapaz de hacer una presión adelantada efectiva. EL GOL. El golazo. Curiosamente llegó en una impecable jugada colectiva. Los jugadores tuvieron paciencia y tiempo para pensar. Además de precisión. La jugada ya venía de lejos. Salida de balón desde Fuego (y centrales). Le llega a Parejo como pilar de construcción. Se la da al espacio al lateral cercano, Barragán. Éste a Rodrigo. Mete un pase lejano desde banda. Alcácer la deja atrás de cabeza de primeras. Carles Gil remata. Balón a la red. Gol que llama a la esperanza. Aunque el Valencia en construcción con posesión desde defensa no esté funcionado. Da pistas de soluciones que busca Nuno. Fuego (o central) como iniciador. Parejo como capitán. Gomes como segundo espada. Laterales apoyos para la velocidad-creación más allá del centro del campo.

Un espejismo. La Real siguió con las ocasiones más claras. Obligando a lucirse a Diego Alves. Principalmente vía disparos desde más allá de la frontal del área. Espacio entre línea defensiva y centro del campo. ¿Punto débil? Parece claro que pese a cierta comodidad posicional -con ocasiones de gol y sensación de peligro de los realistas- fue una de las peores actuaciones defensivas en conjunto del equipo. Línea del centro del campo algo descoordinada. ¿Se va a presionar o se mantiene la línea en repliegue para dejar los menos espacios posibles? A medio camino, ninguna de las dos. En estas circunstancias y a posteriori es cuando mejor se aprecia la importancia defensiva de jugadores como Piatti o Feghouli. También creo que Vezo tiene una tendencia a contribuir a adelantar más la línea defensiva en comparación con Mustafi, que me transmitió la sensación de que se siente más arropado cerca del área propia. La Real empataría con gol de Canales con un centro-chut desde izquierda.

Nuno efectuó cambios para la segunda mitad. Fego y Filipe. Me gustó. Aunque con su decisión mató a Parejo colocándole en la mediapunta -para ese rol mucho mejor Gomes-. (Cambio de dibujo: 1-4-2-3-1). No fue hasta el minuto 20 que la Real bajó el pistón definitivamente. Era imposible aguantar ese ritmo. Ocasiones por ambos bandos. Falta de claridad. Como vengo notando, los rivales crean infinidad de peligro con los pases en largo a la espalda de los centrales. Dos cosas no incompatibles. Uno. Presión no efectiva. Dos. Línea defensiva demasiado atrasada o equipo demasiado largo. Hubo momentos en que incluso se partió en dos. Pocos. No visto hasta hora. También sufrieron los valencianos a balón parado. Con ayuda inestimable del árbitro, casero. Visto lo visto, Nuno se conformó.

Los positivo es que Gayà, pese a sufrir con Vela -pedazo de futbolista-, sigue demostrando que va para figura; además cuando salió Orban y jugó más adelantado como extremo, liberado de responsabilidades defensivas, se echó el equipo a la espalda derrochando fuerza, calidad, coraje y personalidad. A partir de su banda (y de sus botas) llegaron las ocasiones del Valencia para decantar la balanza del marcador. Lo positivo es que en un partido espeso dónde el Valencia fue superado en muchos instantes se consiguió rascar un punto. Lo positivo es que Alcácer sigue dando muestras de su calidad, callando bocas a los que veían en el un Juan Sánchez (sin desmerecer a Juanito, Paco es muchísmo más, como está demostrando), y a mi juicio, mejor que Negredo (aunque compatibles y con diferentes características-cualidades). Lo positivo es que el hombre-invisible, el corregidor, el apagafuegos, el káiser, volvió a hacer un partido magistral, al nivel que está habituando a los valencianistas; probablemente si fuera valenciano, de la cantera o se apellidase Albelda no pararía de recibir loas y felaciones mediáticas, pero como se llama Javi Fuego y es asturiano, pasa desapercibido. Lo positivo es que Diego Alves cuando es exigido ha respondido -más allá de los paradones, me quedó con la jugada en la que sale fuera del área para cortar un balón: éso es lo que necesita Nuno que haga el portero para construir un Valencia de fútbol-total-. Lo positivo es que pese a realizar una labor mucho más oscura que en la temporada pasada, Parejo está rayando a un nivel francamente alto, con sus típicos altibajos. Lo positivo es que aun en los malos momentos, este equipo ilusiona. Creo no equivocarme al afirmar que hay hambre y calidad.

A aprehender de estos partidos y seguir ampliando las variantes y los recursos para sobreponerse a equipos que en el futuro traten de calcar la estrategia empleada hoy por Arrasate al frente de la Real Sociedad.


Hoeman, Valencia a 28 de septiembre de 2014.

martes, 23 de septiembre de 2014

Diatribas hoemanianas: ahondando en el Valencia de Nuno


Prefacio.- Infectado con el virus Nuno, febril con la solidez que demuestra el Valencia del maestro Espírito Santo, apasionado ante lo que mis ojos están viendo en el conjunto che en este inicio de temporada,no puedo resistirme a hacer mi propio análisis, prematuro, que pretende sostenerse en interpretaciones verosímiles.

Planteamiento.-

Muchas cosas llaman la atención de este Valencia inicial, la gran mayoría positivas: planteamientos sólidos pero maleables los de Nuno, que está confeccionando un equipo mutante en el sentido que consigue el pragmatismo a través del dinamismo de sus dibujos tácticos y el dominio posicional. Definitivamente se dejó atrás la moda del mierda-taka, que en Valencia consistió en la posesión infructuosa de balón hasta la pérdida y consiguiente oportunidad de peligro en contra, en bastantes ocasiones penalizadas con gol. Si nos fijamos en los partidos disputados hasta el momento, han sido raras las pérdidas en zona de medio campo hacia atrás, las pocas de las cuáles han sido dadas por exceso de confianza de jugadores de inmensa capacidad técnica y autoestima, Parejo y André Gomes. Curiosamente en pretemporada Nicolás Otamendi era otro de los que tuvo pérdidas delicadas de balón, algo que ha corregido con un mejor tono físico y sobre todo, creo, evitar arriesgar tanto. Una de las principales normas del abc del fútbol es evitar tener pérdidas en propio campo por lo que ello supone: el equipo descolocado defensivamente en actitud ofensiva que de repente ve que tiene que retroceder a toda prisa por demérito propio, y por añadidura, con los futbolistas fuera de sitio defensivo y descontrolados; a lo que hay que añadir que el rival se encuentra con espacios y balón cerca del área contraria, en escenario soñado. La estafa del tiki-taka –que es todo lo opuesto al fútbol total en su concepción extendida de posesión y toque estéril;  es más, al menos bajo mi punto de vista, no es más que otra forma de defender, con balón,  y por ello, no tiene por qué estar relacionado con el fútbol ofensivo- ha hecho mucho daño por tierras valencianistas. Quizá me extiendo demasiado en la diatriba, pero es curioso que los defensores de esta concepción del fútbol como podían ser Djukic y Emery (antes de su reconversión al barraquismo puro en Sevilla), después sean tan obtusos para no utilizar a jugadores de un talento especial para practicar ese tipo -y otros- de fútbol y con eficiencia, como ocurrió en el caso de Alcácer e Isco, probablemente por el mero hecho de ser jóvenes que no habían demostrado nada a nivel élite, lo que me lleva a la siguiente reflexión: ¿para qué cojones sirven los entrenamientos? Desde luego, el ostracismo al que se vio sometido Alcácer tanto en Getafe como en Valencia habla muy mal de entrenadores como Luis García y Djukic. Puede no ser un punto indispensable para convertirse en un gran entrenador, pero sí recomendable, el hecho de saber vislumbrar el talento (y apostar por él), así como ser justo. Intentando volver al  hilo anterior, también creo que influye en el tema de las escasas pérdidas que estamos viendo en línea defensiva el hecho que durante muchos tramos del partido con posesión Fuego se retrase y ejerza de líbero, ayudando tanto en la salida (ya sea siendo él quien se encargue del primer pase o cubriendo las espaldas del central que haga lo propio) como  en el aspecto posicional para permitir que el equipo mute.  Si algo queda claro por lo visto hasta el momento es que el Valencia intenta dominar los partidos a partir del aspecto posicional; la prioridad de Nuno es no encajar goles: crear un equipo rocoso y pragmático que no renuncia a golpear y golear. Con cada partido que juegan los che uno va descubriendo cosas nuevas, se percata de comportamientos y estrategias –así como de posibles debilidades- que deja encandilado al receptor. El Valencia es un equipo de máscaras que no emplea una sola estrategia, sino que dependiendo del momento, rival, situación y circunstancias adopta un rol más o menos agresivo, arriesgado, etc.  Siguiendo con el punto comentado anteriormente de la penalización de pérdida de balón en campo propio, es frecuente ver buscar a los centrales el balón en largo a uno de los delanteros, pero más importante se me antoja la ocupación de espacios de los jugadores hacia los que no va dirigida la pelota: en muchas ocasiones intentan colocarse en espacios no ocupados por los adversarios y en los que presumiblemente puede caer el despeje; además lo hacen de forma escalonada, relativamente coordinada, sin perder el orden. Esto es lo que comúnmente se llama perder el balón donde se quiere, para después tener la posibilidad de recuperarlo en la zona indicada, lo que asimismo evita una excesiva elaboración para conseguir llegar con peligro al área rival. A ello contribuye que Nuno rehúse a los laterales como gestores en la salida de balón y los prefiera más adelantados ejerciendo de volantes-carrileros, con el objetivo de intentar tener más jugadores a la hora de intentar hacerse con el rechace, en caso de que se produzca (si el balón llega a su destinatario pueden ocurrir maravillas como el gol de André Gomes contra el Getafe). En cuanto al comportamiento defensivo puro, es decir, cuando el rival intenta salir con posesión desde atrás, existen principalmente dos versiones del Valencia, que se pueden dar en la misma jugada: la cara A es la presión agresiva y adelantada, con el propósito de asfixiar a los jugadores rivales y llevarles a hacerles perder la pelota para, por lo tanto, recuperarla rápidamente e ir como tiros a masacrar el portero; la cara B es el repliegue intensivo en propio campo con dos líneas claramente diferenciadas –defensiva, del mediocampo- paralelas y a poca distancia una de otra. Yendo un poco más allá del esbozo, diría que cuando se intenta presionar arriba el equipo adopta un esquema tipo 1-4-1-4-1(1-4-3-3) con los jugadores más escalonados,  mientras que cuando el repliegue llega hasta propio campo se convierte en un 1-4-5-1 con una forma de defender que recuerda mucho a la que gusta emplear a, por ejemplo, Marcelino,  o el Madrid campeón de Ancelotti, con matices. Como he comentado anteriormente, esta mutación esquemática puede darse a lo largo de una misma jugada, y es que hasta el momento, raro es ver al equipo partido en dos, acostumbrados a ello como estábamos; lo que sin duda habla muy bien de la interiorización táctica llevada a cabo por Nuno y asimilada por los propios futbolista en un corto período de tiempo. En este engranaje que pretende llevar a cabo el técnico luso, el mínimo fallo de uno o dos jugadores puede pagarse caro. Todo esto puede llevar a dudar en el sentido físico-mental: ¿serán capaces los jugadores de aguantar el nivel físico que parecen estar exhibiendo, y a su vez, el nivel de concentración y compromiso? Personalmente, nada me lleva a pensar lo contrario, ya que a mi juicio, se corre con inteligencia (y no como “pollos sin cabeza”), también se hace de idéntica manera la ocupación de espacios. A su vez hay que tener en cuenta que sólo se disputa Liga y Copa del Rey. Siguiendo con la forma de defender, es la cara A la que principalmente está permitiendo que el Valencia se haya convertido en “rey de las transiciones”, y es que muchos de los goles (y ocasiones de gol) vienen de recuperaciones cercanas al área. Pero está demostrando ser un equipo tan voraz –tienen hambre de victoria y de fútbol-  que también crean ocasiones a partir de salidas en transición –Feghouli y Piatti estelares en este escenario- desde cara B, o lo ya mentado con anterioridad, pérdidas (y posterior recuperación) en zonas escogidas. Al ser un equipo en pleno desarrollo, cabe esperar una mejora en el uso del balón en posesión desde zona defensiva, para de esta forma convertirse en un conjunto con más variantes; esencial en este aspecto se antoja el entendimiento entre Parejo y Gomes (que cada partido va a más), y de éstos con el resto de compañeros.  Es complicado destacar a un jugador porque todos lo están haciendo francamente bien en este comienzo, pero me gustaría recalcar la labor de un minusvalorado Parejo, que aparte de aportar en la construcción en juego con balón, en la posesión del mismo a la espera de movimientos de jugadores, en las llegadas al área desde segunda línea, está siendo un eje posicional en fase defensiva, y por añadidura, baluarte, y a su vez, está permitiendo que André Gomes goce de mayor libertad ofensiva y defensiva, y por añadidura, desahogo. El déficit en elaboración desde posesión no es responsabilidad exclusiva de la pareja de centrocampistas-medusas Gomes-Parejo, influye mucho el hecho de que se dé más importancia al aspecto posicional defensivo (ya explicado)  y el ataque vía intento de forzar y aprovechar fallo rival; además son necesarios más movimientos de desmarque y apoyo por parte de los compañeros. También a mejorar es la distancia de la línea defensiva con respecto a la central-atacante una vez el Valencia  está atacando ya con el balón en más o menos tres cuartos de campo: creo que debe adelantarse más para dejar menos espacios entre estas líneas que pueda aprovechar algún jugador adversario. Y me ha parecido ver al Valencia sufrir con los balones rivales en largo a la espalda de los defensas, porque aún haya margen de mejora en la presión del equipo cuando adopta la cara A para defender, así como la coordinación a la hora de ejercer dicha presión.


Hoeman, Valencia a23 de septiembre de 2014.

domingo, 14 de septiembre de 2014

«La Hoemaniana»: Aspectos del Valencia-Espanyol (3-1)

GOLES:
1-0, min. 6: Piatti
2-0, min. 63: Parejo
3-0, min. 73: Alcácer
3-1, min. 90: Sergio García

COMENTARIOS:

a) Ritmo lento de partido tras un inicio muy agresivo en la presión, propiciado en parte por el temprano gol valencianista. Equipo flagelar-mutante que en esta ocasión dio más rigor/pragmatismo a la consistencia del dibujo táctico; aun así pudimos apreciar durante tramos a Fuego ejerciendo de líbero en la salida del balón.

b) ¿A qué me refiero exactamente con equipo FLAGELAR? A que es un equipo que tan pronto ataca/presiona con muchos efectivos, con la línea defensiva muy adelantada (y por añadidura el resto), como defiende en propio campo con muchos efectivos cerca del área, sin renunciar a la transición vertiginosa.

c) Este Valencia inicial es un equipo de TRANSICIONES. Muchos de los goles vienen precedidos de robos de balón que castigan cómo más daño se hace. En el primero André Gomes roba, se va hacia adelante, da un magnífico pase a Rodrigo escorado a derecha, que aprovecha su notable primer paso para dejar sentado a su defensor y deja el balón atrás para que Piatti remate sin marca (y con la derecha). El tercero es un brutal contraataque desde propio campo con Sosó recorriéndo metros cual gepardo y pasándola en el momento preciso a los movimientos de Piatti y Alcácer. Adiós a la engañanifa del tiki-taka.

d) En muchos momentos se renuncia al balón debido a lo anteriormente comentado y porque con balón y sin espacios el equipo se muestra excesivamente plano. No existe velocidad de circulación y tampoco abundan los desmarques al espacio, salvo en los últimos metros. Faceta a mejorar, supongo que se hará más hincapié en ello cuando el equipo esté más asentado.

e) Relacionado: quizá el Valencia concede demasiadas opciones al rival, juega a ritmo demasiado lento durante demasiado tiempo... si bien es cierto que parece manejar muy bien cuándo cambiarlo: del sopor se pasa al latigazo y la emoción sin que uno pueda casi ni darse cuenta.

f) El equipo sufre defensivamente más de lo que debería con los balones en largo a la espalda de los centrales/laterales. Quizá Alves debería jugar más adelantado cuando las líneas del equipo suben.

g) Detalles sueltos:

g1) Jugadores minusvalorados en general como Barragán, Fuego y Piatti nuevamente callando bocas.

g2) Durante los primeros 15 minutos Parejo y Gomes se entendieron, o eso me pareció; paciencia con ellos. Gomes dejó detalles de genialidad aunque sigue siendo demasiado intermitente y tiene algunas pérdidas peligrosas. Notable el partido de Parejo, manteniendo muy bien la posición -siendo pilar táctico defensivo-, dando sentido al juego y marcando gol. La pérdida de balón que se le achaca en el gol anulado a Sergio García viene precedida de falta no pitada.

g3) El tercer gol es una obra de arte: la galopada feroz de Sosó, el desmarque por delante de su defensor de Piatti y el de Alcácer a la espalda de su defensor y anticipándose a éste y el portero, para después con sangre fría, demostrar por qué es un killer. Ese movimiento marca de la casa sólo lo pueden hacer los elegidos.

g4) Rodrigo decisivo aunque a mi juicio excesivamente individualista en la primera mitad: si aprehende a darla de primeras y no siempre buscar la jugada individual para después disparar o pasar será un futbolista mucho más peligroso. En la segunda mitad corrigió algo esta forma de proceder.

g5) Buen duelo de Gayà con Stuani para que siga aprendiendo acerca del "otro fútbol".


Hoeman, Valencia a 14 de septiembre de 2014.


ALINEACIONES:
Valencia: Diego Alves, Barragán, Vezo, Otamendi, Gayà, Javi Fuego, André Gomes, Parejo, Piatti (Carles Gil, min. 82), Rodrigo (Feghouli, min. 67),  Alcácer (Robert, min. 87).
Espanyol: Casilla, Javi López, Colotto, Álvaro, Arbilla, Víctor Sánchez (Cañas, min. 78), Abraham (Lucas, min. 46), Salva Sevilla, Stuani (Caicedo, min. 65), Montañés,  Sergio García.

viernes, 29 de agosto de 2014

«La Hoemaniana»: Aspectos del Valencia-Málaga (3-0)

GOLES:
1-0, min. 31: Paco Alcácer
2-0, min. 44: Parejo
3-0, min. 55: Piatti

COMENTARIOS:

a) El equipo flagelar que busca Nuno sigue cogiendo forma: en esta ocasión lo más destacable es la disposición para la presión del equipo.

a1) Empezó presionando muy arriba para intentar forzar la pérdida del rival y llegar a la portería rival en el menor número de toques posibles.

a2) Pero una vez tocaba defender en campo propio lo hacían con muchos hombres -prácticamente la totalidad del equipo- y dejando pocos espacios. Reculando y forzando al rival a estrujarse el seso.

a3) No obstante me pareció advertir que una vez avanzaban los minutos el equipo fue perdiendo solidez y se alargaron la distancias entre línea de primera presión y línea defensiva. Probablemente por miedo a conceder demasiado terreno entre portero y defensa (más teniendo en cuenta cómo llegó la primera ocasión del Málaga a los pocos segundos de comenzar el partido).

b) El equipo carburó al ritmo de André Gomes, que asumió los galones, haciéndolo con confianza y acierto; no obstante de momento parece demasiado lagunar en su rendimiento ("aparece y desaparece").

b1) Creo que los mejores minutos de Gomes coincidieron con los mejores momentos del Valencia (en partido 11 vs 11) y viceversa.

b2) Gran falta táctica del luso que le supuso la amarilla en el minuto 5. Se defiende, o se trata de defender, con inteligencia.

c) Pese a lo comentado, el Málaga incomodó y creó ocasiones claras de peligro: muy bien plantados sobre el campo, aprovecharon la excesiva distancia entre líneas y los errores individuales de los valencianos.

d) Batiburrillo de detalles.

d1) Durante los primeros minutos el Valencia se "negaba" a intentar hacer la jugada desde atrás: buscaba mucho más el balón en largo y/o la posible recuperación para buscar la transición rápida (perder la pelota en zonas donde interesan para intentar recuperarla en zonas de peligro).

d2) Se confirma el rol de Javi Fuego como líbero: se incrusta entre los centrales y facilita la subida de los laterales largos, quedándose en muchas ocasiones Gomes y Parejo ejerciendo de mediocentros.

d3) No obstante, ello no pretende cortar las "alas" de ninguno de los dos, y se les permite llegar al área sin pelota, desde segunda línea.

d4) A partir de aproximadamente el minuto 20 es cuando el Valencia ya intenta jugar la pelota desde su campo: coincide con los peores minutos del equipo che ya que el equipo es demasiado largo al realizar la presión y se parte (o unos presionan demasiado arriba u otros se colocan demasiado cerca del área): quedándose en situación de 7 + 3 ó 5 + 5.

e) El partido cambia a raíz de la expulsión del malaguista Darder: a mí me ha parecido muy rigurosa, pero tampoco se puede afirmar que haya sido injusta o no merecida: va con los tacos por delante y no hacia la pelota, aunque tengo la impresión de que baja la pierna en el último momento. A mi juicio: tarjeta naranja. Yo le hubiese sacado amarilla.

f) Sí se equivoca clamorosamente el árbitro al pitar un fuera de juego inexistente de Juanmi que acabó en gol y ponía el 2-1 en el marcador.

g) Paco Alcácer. PACO ALCÁCER. EL PUTO KILLER. En la primera parte se disfrazó de "Torpedo" Müller y en la segunda de Patrick Kluivert. El primer gol es de superclase: desmarque y anticipación por delante del defensor, al primer palo, y remate al primer toque. Los defensas saben que tarde o temprano se la hará, pero no saben cómo, ni cuándo, ni por dónde. Asistido es imparable. Flipante también el control y posterior dejada en un toque que aprovechó Piatti para hacer el tercero. Técnica y cabeza.

h) Soberbio partido también del canterano José Luis Gayà, que si no se tuerce va a su vez para superclase en su demarcación. Criterio y precisión con la pelota en los pies, un ida y vuelta constante e inteligente; todavía están por ver sus prestaciones defensivas, de momento francamente bien. Cohete.

i) El Valencia pretende convertirse en el equipo de las transiciones por antonomasia, y por ende, "flagelar" y "mutante". Apuesta por los laterales-extremos, extremos-interiores, centrocampistas medusas, pivote-libero, centrales-laterales,... y mucha sobriedad defensiva + sencillez a la hora de atacar, pero sin dejar de lado ese dinamismo, que se supone irá a mejor según los jugadores vayan acoplándose y conociéndose mejor. Tiene muy buena pinta la propuesta de Nuno aunque es evidente que todavía queda mucho por trabajar y mejorar. Pero transmite ILUSIÓN.

j) Debutaron con el Valencia en partido oficial dos canteranos más: Carles Gil y Robert Ibáñez.


Hoeman, Valencia a 30 de agosto de 2014.


ALINEACIONES:

Valencia: Alves, Barragán, Vezo, Otamendi, Gayà, Javi Fuego, André Gomes (Zuculini, min. 45), Parejo, Feghouli (Robert, min. 81), Piatti (Carles Gil, min. 73), Alcácer
Málaga: Kameni, Rosales, S. Sánchez, Welligton, Boka, Camacho, Darder, Horta (Samuel, min.64), Luis Alberto (Juanpi, min. 76), Juanmi (Castillejo, min. 57), Santa Cruz

miércoles, 27 de agosto de 2014

Entrevista a Felipe Miñambres, director deportivo del Rayo, vía Gol Televisión

 

COMENTARIOS PERSONALES AL MARGEN:
Para servidor, siempre es un placer ver cómo se las apañan equipos modestos, como es el caso del Rayo Vallecano, que a pesar de su exiguo presupuesto encaran la competición sin demostrar ni sentirse inferiores al resto. La labor de confección de plantilla es mucho más complicada de lo que parece, o a lo mejor en muchos casos lo contrario -cuando se trata con jugadores y representantes saben que no les están engañando: no hay titos-; lo que me parece indudable es que para conseguir permanecer temporada tras temporada en Primera División es necesario un equipo de scouting modesto pero funcional, trabajador y con ojo clínico que se adecúe a las exigencias: si por algo me parece que destaca el Rayo, es por hacer renacer, revivir o al menos intentarlo, a promesas que podían haber creído perder la estrella que en su día les hacía destacar, o el último tren. El Rayo ofrece nuevas oportunidades de demostrar nivel a chavales que ya no lo son tanto: en la entrevista se habla de Michu, pero personalmente no me gustaría dejar pasar a otros que otrora fuesen considerados grandes promesas de la cantera como Daniel Pacheco -debilidad personal, es difícil explicar cómo y por qué no ha triunfado como creo que debiera haberlo hecho-, Alberto Bueno, Iago Falqué, Rubén Rochina, Jonathan Pereira, Roberto Trashorras o Javi Fuego. También apuestan por promesas por emerger como Saúl Ñíguez, e incluso extienden las redes y son capaces de hacerse con los servicios (ya sea en propiedad o como cedidos) de futbolistas como Leo Baptistao, Larrivey, Gaël Kakuta, Aquino, Diego Costa o "el Chori" Domínguez. En su éxito, que es la permanencia en Primera, creo que es importante que saben de dónde proceden y por tanto lo que puede ocurrirles, por lo que la confianza (mutua) con el cuerpo técnico (encarnada en la figura de Paco Jémez en las últimas temporadas) me parece imprescindible como sustento para la estabilidad, ya que cada temporada es prácticamente un "empezar de nuevo", "cambiar de vida", etc.; todo ello sin dinero en las arcas del que tirar en caso de necesidad. Mi más sincero aplauso.

domingo, 24 de agosto de 2014

«La Hoemaniana»: Aspectos del Sevilla-Valencia (1-1)

GOLES:
1-0, min. 43: Aleix Vidal
1-1, min. 87: Orban.

COMENTARIOS:

a) El Valencia partió con un dibujo 1-4-1-4-1 muy flexible, es decir, podía mutar fácilmente al 1-4-3-3 o al 1-4-2-3-1, e incluso al 1-4-3-1-2. Lo que deja entrever flexibilidad en el planteamiento en cuanto a disposición táctica y una estrategia híbrida en la colocación de los futbolistas. Nuno busca un equipo flagelar.

b) Se vio que aún queda aprendizaje, ritmo y acoplamiento para que ese equipo flagelar se consume tal y como desea el técnico portugués. De momento prefirió taparse los pies, es decir, apostó por la solidez defensiva, dejando en un segundo plano la fase ofensiva. El equipo de inicio ocupó muy bien los espacios defensivos en campo propio: posicionamiento notable desde el centro del campo para atrás, teniendo en cuenta que se jugó con las líneas cercanas al área propia. Hacia el minuto 30 de la primera parte se decidió adelantar la presión, y debido a ello, todas las líneas a su vez subieron; el Sevilla aprovechó este hecho ya finalizando el primer tiempo en una rápida transición tras recuperación de balón con Bacca buscando la espalda de Barragán.

b1) Dicho esto, el gol no es un fallo de Barragán, o cuando menos no es exclusivo de él. Se unen dos factores: una serie de malas decisiones por parte de los valencianistas (Piatti pierde la bola, no aprietan a Vitolo -con tiempo para dar ese magnífico pase a Bacca-, Bacca gana la espalda a Barragán, Vezo no está lo suficientemente rápido para hacer la cobertura a Barragán, Otamendi se queda entre dos aguas) y aciertos de los sevillanos.

b2) En ningún caso se renuncia al ataque vía robo + transición rápida (ese palo de Piatti es la perfecta definición de cuál es la forma más directa y eficaz de atacar una vez recuperada la pelota).

c) El Valencia con balón recordó demasiado al Valencia mediocre de los últimos años. Las principales limitaciones que vi se pueden resumir en: baja velocidad de circulación de balón y escasez de desmarques o movimientos al espacio.

c1) Cosas interesantes con balón en posesión: al jugar con dos laterales largos (Gayà, Barragán), una vez éstos ascendían líneas Fuego se quedaba ejerciendo de líbero. Asimismo, aprecié la caída a banda de Parejo (derecha) y/o André Gomes (izquierda) como primera barrera para hacer cobertura al lateral que se incorpora (después están los centrales).

c2) André Gomes tiene que tener especial cuidado con las pérdidas peligrosas en fase ofensiva y con el equipo colocado para percutir. Parejo, creo, ya lo aprendió la temporada pasada.

d) Dominio del partido en la primera mitad por parte del Valencia, a pesar del resultado. En la segunda parte, con el mazazo y obligados a atacar, costó mucho. También es cierto, que sobre todo en los primeros 20 minutos de la reanudación, el Sevilla adelantó líneas y "mentalidad". Fue en los últimos 10-15 minutos cuando el Valencia volvió a morder y atacar, sin excesiva claridad, pero con tesón y (me parece) fe. Fue al saque de una falta lateral provocada por Rodrigo, en una bonita combinación, cuando llegó el definitivo gol del empate de Orban.

e) Rubén Vezo. Para mí el mejor del partido. Se midió con Bacca y no sólo salió airoso, sino que lo hizo con nota. Probablemente Emery dio la orden al colombiano de buscar a Vezo pensando que era el más débil de la línea defensiva, demostrando precisamente lo contrario. Atento, sin complicarse, excelente en la anticipación y la colocación, rápido al cruce. Por ponerle alguna pega: falló a la hora de hacer la cobertura a Barragán -le cuesta decidir, llega tarde-.

e1) También muy buen partido de Otamendi y Gayà. (En mi opinión éstos fueron los tres mejores).

f) Expulsiones. De Paul nada más salir se fue a la calle por codazo que queda libre a interpretaciones. Quien ha jugado al fútbol sabe lo molesto que es que un contrario te esté agarrando y no te suelte mientras intentas avanzar, y de ahí los lógicos aspavientos para zafarse del infractor. El caso es que soltó el codo e impactó con él en la cara de Aleix Vidal, por lo que tampoco puede haber excesiva queja. Quién sí creo que debió ser expulsado fue Diego Alves, con la pierna por delante fuera del área, estando además la jugada parada. Esos detalles hay que cuidarlos.

g) Emery. ¡Quién le ha visto y quién le ve! Ha pasado de un extremo a otro. Su viraje le acerca al peor Clemente o a Quique Sánchez Flores. Para mí una pena.

Hoeman, Valencia a 24 de agosto de 2014.

ALINEACIONES:

Sevilla: Beto (Barbosa, min. 18), Coke, Carriço, Pareja, Fernando Navarro, Iborra (Luismi, min. 79), Krychowiak, Aleix Vidal (Banega, min. 70), Denis Suárez, Vitolo, Bacca. 
Valencia: Diego Alves, Barragán, Vezo, Otamendi, Gayà, Javi Fuego, André Gomes (Orban, min. 82), Parejo, Piatti (Feghouli, min. 56), Rodrigo y Alcácer (De Paul, min. 65). 


viernes, 22 de agosto de 2014

Un espejo en el que mirarse

Parto de la base que Piatti no es como se esperaba que fuera; «el Messi de los pobres» ha sido de todo menos Messi en el Valencia. Piatti es argentino, bajito, zurdo, rápido, potente, pero no es Messi, ni tan siquiera uno pobre. En cambio, tiene otras cualidades poco apreciadas, pero importantes en cualquier club que quiera aspirar a ser competitivo. Porque lo que Piatti asegura es eso: competitividad. El comienzo de la temporada pasada fue duro para el argentino ya que no se contaba con él, y en cambio a base de perseverancia y contumacia logró si no ser indispensable, sí importante. De no entrar en las convocatorias a ser titular sin demandas de por medio (¡qué cosas!). Esta temporada, tras ser uno de los baluartes oscurecidos de la pasada, cuenta, y tiene serias posibilidades de comenzar como titular: el puesto de jugador ofensivo de banda izquierda parece se repartirá en él y De Paul, sin dejar de lado la siempre posible incorporación de última hora. El caso de Piatti, salvando las distancias, me recuerda al de Miguel Ángel Angulo: siempre partiendo como suplente, siempre en tela de juicio por el aficionado, siempre respondiendo y dando el callo dentro de sus limitaciones. El historial de Angulo habla por sí solo. Sí, Piatti me recuerda a Angulo: futbolistas voluntariosos, poco vistosos, polivalentes, con limitaciones técnicas a nivel élite; de los que aportan intangibles a los equipos que cuestan ser valoradas. De los que obligan a sus competidores a dar el máximo si no quieren quedarse en el banquillo.



Esos invisibles personajes que hacen que la vida sea mejor.


Hoeman, Valencia a 22 de agosto de 2014.

Foto: www.elmundo.es (AP)

jueves, 21 de agosto de 2014

Carta...¿qué? Descubriendo a Mircea Cartarescu

En los últimos días tomé una sabia decisión al hacerme con ¿Por qué nos gustan las mujeres? de Mircea Cartarescu en la biblioteca pública; relatos cortos y reflexiones con la mujer a veces como motivo, la mayoría como excusa. Porque al fin y al cabo, de lo que habla el autor es de sí mismo; que podemos intuir no ha tenido la vida más fascinante o aventurera del mundo -por lo menos hasta cierta edad-, y que en cambio, atrapa e hipnotiza, resulta sumamente interesante y adictivo. A buen seguro una obra menor que, en cambio, da claras muestras de su calidad como literato. Cartarescu es un autor culto pero directo, su literatura a veces exagerada pero nunca melindrosa, se apoya en la ficción para reconstruir retazos de su vida. Fascinado como quedé tras leer (¡devorar!) el susodicho libro; no pude negarme ante la tentación de hacerme con otro suyo, en esta ocasión le tocó turno a Las bellas extranjeras, en teoría otra obra menor del autor, que en cambio deja un regusto entusiasta y la sensación de que estamos ante un autor tocado por la varita de la literatura. En esta ocasión da más peso a la autoparodia -que también está presente en la otra obra-, lo que lleva intrincada la crítica sagaz. Si algo transmite Carta (como si fuésemos colegas), aun tratándose de ficción, es: verdad, sinceridad, honestidad. Todo ello con un humor corrosivo, de los que te arrancan las carcajadas de las entrañas; da igual dónde te encuentres: metro, tren, calle, casa, playa, etc.: no podrás frenar la hilarante risa ante la narración de las situaciones y pensamientos que acontezcan. También destaca el amigo (ya más que colegas) Carta por las digresiones, o como las llama él (o su traductora), interludios: mientras está contando una historia se va a otra, para volver a la misma y volver a irse, y así sucesivamente. (Creo que los críticos descontentos con Carta llaman a esto "elucubraciones"). Sin perder un ápice de interés, sino más bien todo lo contrario. Con ese tono cómico-irónico característico sin que ello suponga pérdida de la "sensación de realidad" ni de la capacidad crítica (el autor "raja" a base de bien). (El ritmo de su prosa también es fundamental y extraordinariamente adictivo).

Deseando que el siguiente carta caiga en mis manos (¿Lulú? ¿Nostalgia? ¿Cegador? ¡¡¡Las ansias me corrompen!!!)

(Carta es rumano, como Ilie, Serban o Belodedici).

sábado, 19 de julio de 2014

La desbandada de la troupe

Piezas importantes que hicieron soñar y vibrar a la afición valencianista, en una UEFA irrepetible por la carga emocional y anímica que la acompañó, volaron ya de tierras valencianistas, y alguna otra está a punto de hacerlo. Primero fue Seydou Keita quien no renovó el contrato, en gran parte porque recibió una oferta mejor -económica y deportiva-, aunque a uno le queda la sensación que los dirigentes del Valencia no hicieron cuanto pudieron -y debieron-, al menos para que el futbolista se sintiera valorado. Una lástima porque en sus minutos demostró tener mejor cabeza que el propio entrenador y ofreció un rendimiento acorde a lo que se esperaba de él. Un veterano honesto y ganador, para enseñar a los más jóvenes cómo hay que sentir y jugar al fútbol, que no estará esta temporada. También se marchó Juan Bernat, que a mi juicio fue otro de los mejores de la temporada pasada, logrando adaptarse a la perfección al lateral izquierdo -aunque con carencias en las que mejorar, sobre todo en la faceta defensiva-, cuya renovación ya llevaba tiempo "enquistada"; acababa contrato a final de temporada. Dejó dinero en la arcas del club (se comenta que 11 millones de euros), pero uno que proyectaba en su cabeza una banda izquierda ocupada por Gayà y Bernat (permutándose y cambiando roles entre sí en el transcurso de los partidos) se queda un poco desilusionado y de nuevo con la sensación que desde el club no se hizo todo lo que se debiera en su debido tiempo. Jérémy Mathieu, el mejor jugador valencianista de la temporada pasada, también parece tener pie y medio fuera de Mestalla. El jugador ya ha expresado públicamente su deseo de marcharse el Barcelona, las desavenencias entre clubes (por no pagar uno lo que pide el otro) son el obstáculo que de momento mantiene a Mathieu como jugador che. Uno, que quedó impresionado por el rendimiento del Cyborg francés, entiende que Jérémy desee salir de esta jaula de grillos que es el Valencia; puede ser su última oportunidad para aspirar a grandes títulos, aunque por otra parte, siente pena pensando que podría convertirse en uno de los referentes de la actual generación de chavalines valencianistas, como lo fueron para mí gente como Claudio López, Mendieta, Baraja o Carboni (a Albelda no lo cito porque pesan más sus últimas temporadas arrastrándose sobre el césped (¡qué diferencia con Keita!) y chupando del bote, su falta de ambición y sus procederes extradeportivos). Dos de esos jugadores fundamentales, que en sus altibajos, hicieron que alcanzáramos la euforia y nos invitaron a soñar con un futuro lleno de dignidad, partieron hacia lejanas tierras, un tercero está en camino. ¿Será el último? Parejo y Alcácer son los otros integrantes que yo incluiría en esta "columna emocional", con la posible adición de Gayà -si ofrece lo que se espera de él, que no es precisamente poco-.

Perder el honor.
Días después de que se ratificara públicamente la continuidad de (y confianza en) Pizzi se le pega el hachazo porque no es del agrado de Jorge Mendes (y Peter Lim). El Valencia está en una situación delicada donde todo parece indicar que el ricachón Lim se hará con la mayoría de las acciones y se compromete a que el Valencia pague la deuda a Bankia, entre otras cosas, aunque todavía quedan demasiados "flecos" por solucionar; situación que tenemos que agradecer en gran medida, a los poderosos políticos valencianos, cuyo egotismo sólo está a la altura de su estupidez y abyección, y que todo lo que tocan -a excepción de sus cuentas corrientes- lo hunden. Salvo se ha convertido en algo así como una marioneta de Lim, y para contentarlo se retractó de lo dicho previo pago de 1,5 millones de euros procedentes de las arcas del Valencia). Pizzi a la calle y Nuno, representado por el propio Mendes, nuevo técnico del Valencia. Sin ser gran devoto de la labor de Pizzi (tuvo algunos claros y muchas sombras, a mi juicio, aunque también llegó en unas circunstancias estrambóticas), creo que es grave que una palabra se quede sin valor de un día para otro.

Llegan tarde con Alcácer. Uno de los mejores y más ilusionantes jugadores de la temporada pasada sigue siendo de los que menos cobran de la plantilla, a pesar de su rendimiento. Un futbolista al que se le tenía que haber ofrecido una mejora de contrato al finalizar la temporada todavía sigue con el mismo, síntoma de no saber valorar lo que uno tiene en casa. Después, cuando sea tarde, nos sorprenderemos (los seguidores valencianistas) de que no quiera renovar o que se quiera largar a otro equipo, es lo que sucede cuando no se considera en su justa medida y a su debido tiempo a un futbolista que, para más inri, procede de la cantera. ¿Y Gayà? Pienso que si se cuenta con él como jugador del primer equipo debería cobrar como tal, y por tanto, debería mejorársele el contrato; no me refiero a cifras desorbitadas, sino a cifras bajas pero de futbolista de primer equipo. En la lógica hoemaniana (oséase, la mía) hay que cuidar y mucho a los canteranos, sobre todo a los que desde el club se piensa que pueden convertirse en futbolistas importantes del primer equipo, por razones que podría resumir en: 1. Siempre es un orgullo contar con jugadores de nivel crecidos en tu casa; 2. Es una forma de recuperar el dinero, mimo y tiempo invertidos en la propia cantera (si no... ¿para qué?); 3. No suponen desembolso en forma de traspaso (aunque supongo que esto es un punto en contra en el mafioseo que domina los entresijos del fútbol). Para mí, desde la barrera y sin conocer las diversas situaciones, resulta sencillo: a) Jugador del primer equipo definitivo: mejora de contrato con sueldo bajo + pluses por objetivos (y ampliación de contrato o cláusula en caso de considerarlo oportuno); b) Jugador que ha dado un rendimiento óptimo o muy bueno: nueva mejora de contrato, la cifra (y pluses) dependiendo del propio rendimiento y proyección de futuro valorado por los propios profesionales. Alguna vez el club podrá equivocarse, como es el caso de Guaita (aunque en su día el Valencia pudo haber sacado dinero por él; lo cierto es que poca gente imaginaba -entre los que me incluyo- su caída en el rendimiento), pero también se equivoca con fichajes que suponen desembolso económico y en general una ficha muy superior a la merecida en estos fracasos (por ejemplo, Víctor Ruiz, con el que también me llevé una importante decepción (y al que sobrevaloré), Ricardo Costa, Hélder Postiga o Dorlán Pabón).

El esperpento del comunicado. Con la llegada de André Gomes el Valencia CF volvió a hacer el ridículo con un comunicado oficial que decía algo así como que llegaba cedido gracias a la sociedad de Peter Lim, en plan pelota, como si Gomes fuese un "crack" a día de hoy (cuando es un futbolista que promete mucho pero que ha demostrado poco), además hay que remarcar lo de que llega como cedido: si ofrece un buen rendimiento el Valencia no verá ni un duro en caso de venta. Son tiempos duros para los valencianistas.


Hoeman, Valencia a 19 de julio de 2014.

martes, 1 de julio de 2014

Seducido por Modiano



En mi primer Modiano quedé seducido por la autobiografía ficcionada o lo que sea En el café de la juventud perdida. Patrick Modiano, haciendo uso de una prosa envolvente, sugiere a la mente un mundo romántico, imaginado, anhelado, idealizado, pasado. Cualquier tiempo pasado siempre fue mejor, o cuanto menos, se recuerda mejor; la juventud perdida, las horas indecisas que volaron, los incorruptibles e interminables sueños en puridad. Tras esta nouvelle se esconden tres grandes protagonistas: una mujer, la ciudad y los tiempos de juventud; con todo lo que implican. Louki es el centro humano del relato -que se desarrolla desde distintos prismas-; Louki es probablemente el amor expirado de Modiano, amor literario que se dirige a nuestras entrañas para hacernos recordar el nuestro, el mío, al que llamaremos Marta para confundir, porque Martas las hay muchas en Valencia, aunque en la que pienso sea única en mi cabeza, y probablemente sea mejor de esta manera, ya que su solo recuerdo me hace acordarme de cuando era (más) joven e inocente y creía en tantas cosas que la edad y las experiencias han tirado al traste; su mero recuerdo me hace recobrar una esperanza latente, cabizbajo por tener el presentimiento, o la certeza, de ser un espejismo, un espejismo dulce y prometedor en todo caso, y que alimenta cierta voluntad de VIVIR con mayúsculas, o en su defecto, de soñar con una VIDA en mayúsculas. Ebrio de recuerdos y sensaciones y esperanzas, esta rememoración intencional de Modiano no puede más que labrarle simpatías y admiración por parte del lector. Después está la ciudad de París, reflejada con una magia especial: con sus zonas neutras, sus cafés, y sus gentes; que a su vez hace proyectar, en mi caso, la ciudad de Valencia; preciosa como ella sola. Uno que no se cansa de caminar por las calles y callejones de Valencia; uno que gusta de perderse por sus latitudes, de acelerar el tiempo mientras disfruta del sol, de edificios, de los pequeños negocios con encanto especial ubicados en los lugares más insospechados; no puede más que verse reflejado en los narradores-protagonistas de Modiano, sensibilizado ante la empatía, o mejor, telepatía con lo escrito. Siento, o creo sentir, lo que leo. Tercero, la nostalgia hacia el pasado, hacia los tiempos de mocedad; cuando el vigor y los impulsos y la ansiedad por descubrir y la ausencia de preocupaciones banales definían el comportamiento. Todos (los que seguimos vivos) tenemos un pasado, hemos tenido una primera juventud con alegrías y penas y que ahora forma parte de nuestros recuerdos; recuerdos ficcionados, modificados, adulterados, posiblemente; nuestros recuerdos, esos que despiertan nuestro cariño y nos dejan un sabor alegre y triste al mismo tiempo, melancólico.

En el café de la juventud perdida de Patrick Modiano es una obra sencilla cuya principal virtud es evocar su propia vida en la mente del lector a través de lo narrado. El prefacio, la cita de Guy Debord, ya avisa inequívocamente de lo que nos espera: "A mitad del camino de la verdadera vida, nos rodeaba una adusta melancolía, que expresaron tantas palabras burlonas y tristes, en el café de la juventud perdida." Quiero ir un poco más allá y rescatar algunas de las citas que más me conmovieron:

Era un parroquiano muy discreto de Le Condé y siempre me quedaba un poco aparte y me contentaba con escuchar lo que decían todos los demás. Me bastaba. Me encontraba a gusto con ellos. Le Condé era para mí un refugio contra todo lo que preveía que traería la grisura de la vida. Habría una parte de mí mismo -la mejor- que algún día no me quedaría más remedio que dejar allí. (p. 26)

Sí, claro que lo entendía. En esa vida que, a veces, nos parece como un gran solar sin postes indicadores, en medio de todas las líneas de fuga y de los horizontes perdidos, nos gustaría dar con puntos de referencia, hacer algo así como un catastro para no tener ya esa impresión de navegar a la aventura. Y entonces creamos vínculos, intentamos que sean más estables los encuentros azarosos. (p. 44-45)

Ahora me doy cuenta de que no era sólo una línea de conducta lo que buscaba al leer los fascículos verde pálido y la biografía de Louise de la Nada. Quería evadirse, huir cada vez más lejos, romper bruscamente con la vida vulgar para respirar el aire libre. Y, además, también estaba aquel pánico que entra de vez en cuando al pensar que las comparsas que hemos dejado atrás pueden volver a encontrarnos y pedirnos cuentas. (p. 105)

Por cierto... Me acuerdo muchas veces de Louki... Sigo sin entender por qué... (...) Menuda tontería le estoy diciendo... No hay nada que entender... Cuando de verdad queremos a una persona, hay que aceptar la parte de misterio que hay en ella... Porque por eso es por lo que la queremos, ¿verdad, Roland? (p. 119)

Y el círculo, la espiral, o lo que sea, se cierra. Como uno imagina, como uno hacía cuando era pequeño en las historietas que escribía en la escuela. La forma definitiva.

jueves, 19 de junio de 2014

Crónica-resúmenes de rondas eliminatorias de AF7 2014

CUARTOS DE FINAL


OPORTO-ATHLETIC


Fábio Silva (9) y el buen comportamiento defensivo-ofensivo del Oporto truncó el sueño del Athletic, que a mi juicio, es el equipo con el que uno más disfruta visionando los partidos. El Athletic comenzó el encuentro fiel a su estilo con un 1-3-3, sin mediocentro fijo, y con las líneas muy adelantadas y los jugadores muy abiertos; mientras el Oporto, sabedor de la ultraofensividad de los bilbaínos trataron de mostrarse muy serios defensivamente y salir a la contra, en especial con su punta Fabio, uno de los cracks del torneo. Defendían los portugueses en propio campo con 2 + 3, dejando a Fabio como isla-referencia arriba, sabedores que de la nada es capaz de anotar gol. De hecho, pronto se adelantó el delantero en una gran jugada individual, donde recogió un balón largo en banda izquierda al espacio, y con un recorte brutal dejó sentado a Yeray Cuello (12), lo que no es nada fácil. Una vez frente al portero la cruzó al palo largo, imposible. Los bilbaínos continuaron fieles a su estilo, líneas y presión adelantada, asumiendo riesgos, Oier López (16) disparó al palo merced a un trallazo desde lejos. ¿Tendrían la pólvora mojada? Como pudimos comprobar más adelante la respuesta es afirmativa. El empuje del Athletic hizo que tuvieran varias ocasiones claras de gol, pero no era el día, faltó definición. Casi finalizando la primera parte el Oporto volvía a marcar por medio de Rui Pinto (5), en una bonita vaselina desde banda derecha aprovechando que el Athletic juega con portero adelantado. No mereció el conjunto rojiblanco ir al descanso con derrota, pero el Oporto metió las que tuvo y el Athletic no, y al fin y al cabo, de eso es de lo que trata este deporte. Quizá fue demasiado el riesgo asumido de dejar el 1 contra 1 de Fábio frente a los defensas, personalmente aplaudo la valentía y el planteamiento. También les perjudicó que en fútbol-7 no hay fuera juego hasta prácticamente el borde del área.

La segunda mitad fue otra historia: con el Oporto mucho más confiado y cómodo, además de nuevo enseguida llegó el segundo gol de Fábio en su cuenta personal y el tercero de los lusos, en un remate de “killer” a saque de esquina. Pudo recortar el Athletic ya que también dispuso de ocasiones claras de gol, pero no definieron. A destacar la defensa del Porto con ayudas constantes a sus defensores, impidiendo en la medida de lo posible que los jugadores del Athletic pudieran probar el uno contra uno. Aparte de pelear todos los balones; no dar ni uno por perdido. Llegaría un postrero y definitivo gol de los portugueses obra de Tiago Ribeiro (3), a balón parado.

Personalmente me apena que una propuesta como la del Athletic no tuviera recompensa –si bien dispuso de ocasiones para ponerle remedio, pero falló en el momento decisivo-, pero al mismo tiempo tengo interés en ver el comportamiento del animalaco Fábio, y del conjunto luso en general, que dispone de futbolistas de muy buen nivel.


CELTA-MÁLAGA

Partido muy igualado, de alternativas y ocasiones para ambos bandos, el que disputaron gallegos y andaluces. Los dos equipos tomaron precauciones defensivas, conscientes de lo decisivo que podía ser encajar gol. Defendían muy bien posicionados, con ayudas e intentando no conceder ninguna ventaja, si acaso el Celta con las líneas más adelantadas que el Málaga. Las primeras oportunidades fueron del Málaga, en gran medida por pérdidas peligrosas del Celta en campo propio. El más incisivo de los malagueños fue David Larrubia (10), que se movió muy bien y demostró gran capacidad técnica. El Málaga lo intentaba principalmente vía transiciones rápidas tras recuperación, y si no podía ya tocaba más el balón. El Celta, con el paso de los minutos se fue asentando cada vez más, buscando más la contra y evitando pérdidas, y su delantero Anwar Mediero (8), principalmente, tuvo varias en velocidad donde estuvo cerca de marcar. El gol que decantaría la balanza llegó tras un saque de esquina, en un despeje que enganchó el dorsal el celtiña Brais Val (5). Como detalle táctico por parte de los vigueses, interesante como en la salida con posesión de balón el propio Brais se retrasaba y ejercía prácticamente de segundo central. Llegó el descanso.

El Málaga necesitaba marcar, y debido a ello echó hacia adelante un poco las líneas, intentando trenzar jugadas y salir de la “telaraña” del Celta, aunque con poca claridad, una vez se acercaba a las inmediaciones del área no conseguían crear excesivo peligro; mientras el Celta aprovechaba para lanzar contraataques. Juego muy equilibrado el que se desarrolló, no se movería el marcador.


VALENCIA-LANZAROTE

Intensidad. Juego en equipo. Finalización de jugadas. Todos atacan y todos defienden. Sacrificio. Sobriedad. Éstas son algunas de las señas de identidad del Lanzarote, que estuvo muy cerca de dar la sorpresa e imponerse al Valencia. Tuvo ocasiones para marcar, pero los porteros valencianistas estuvieron estupendos. En la primera parte los isleños jugaron mejor que los valencianos, incapaces de dar el ritmo que querían al partido. Los che no podían dar más de tres pases seguidos, principalmente debido a la presión y el coraje del Lanzarote, que además de darlo todo defendiendo no renunciaba al ataque, ni mucho menos. Visto que el Valencia era incapaz de imponer un juego más colectivo, sus dos principales recursos fueron: a) el balón en largo a su delantero Ferrán Giner (9) para que la aguante y deje de cara a los que se incorporan o intente la jugada individual; y b) los movimientos entre líneas de Óscar Doménech (7), capaz de cualquier genialidad. El choque de titanes entre el delantero referencia valencianista y el central del Lanzarote Agoney ortega (4) fue colosal,  donde el futbolista del Lanzarote salió bastante bien parado. Por su parte, como he mencionado con anterioridad, en el Lanzarote atacaban y defendían todos, y muy importante me parece, evitaban pérdidas de balón: tenían la misión de acabar la jugada para que no les cogieran al contraataque, aunque fuera de un disparo lejano. En cambio, ellos sí que cogieron a los valencianistas en varias contras; tuvieron unos contra unos en donde el portero Carlos Pérez (13) evitó el gol. No consiguió marcar Aarón Anyelo Cruz (10) del Lanzarote, que también lo probó con una bellísima vaselina desde prácticamente el centro del campo. También pudieron anotar a balón parado. Llegó el descanso y el Valencia respiró aliviado.

La tónica de la segunda parte fue similar, si bien Ferrán Giner (9) ganó algunos duelos individuales. Decidió el entrenador valencianista meter toda la “carne en el asador” y dio entrada a Ferhat Cogalán (14), retrasando a Óscar Doménech (7), que jugó como mediocentro. Para mí, estos dos son los jugadores más técnicos y decisivos del equipo. Siguieron compitiendo con gran intensidad, las contras eran un martirio para el equipo che. En cambio la presencia de Cogalán por parte valencianista se notó, ya que se veía que era capaz de regatear a los rivales y cada vez que la agarraba transmitía sensación de peligro. Era ahora otro de los recursos de los che: la jugada individual del chaval. El gol de la victoria valencianista llegó merced a la épica: el central Borja Martí (4) recuperó el balón en zona defensiva y se incorporó como un cohete arriba, se la pasó a Ferrán Giner (9) que disparó escorado a banda derecha, y el propio Martí remachó el despeje del portero del Lanzarote. Puede que los isleños notaran algo el cansancio después de tanta intensidad; aunque siguieron intentándolo con convicción, no pudieron voltear el resultado. Este tipo de juego, de rivalidad bien entendida, es decir, dándolo todo pero de forma limpia, es también un placer para el aficionado. Creo que no se puede poner ningún pero a las actuaciones de ambos conjuntos.


INTERNAZIONALE-BARCELONA

El juego físico del Inter fue demasiado, también, para el Barcelona. Desde el comienzo el Inter consiguió imponer su forma de jugar (que se basa principalmente en el apabullamiento físico), tanto es así que logró que se viera un desdibujado Barcelona, que en ningún momento pudo hacer su juego de toque, toque, toque (a veces excesivo) hasta encontrar el hueco. No tuvieron la posesión del esférico y fueron siempre a remolque, aunque tuvieron una ocasión para adelantarse: en un trallazo desde lejos de Albert Garrido (8) que pegó en el larguero. Poco después llegaría el único y definitivo tanto del encuentro, por parte de los italianos: en un trallazo desde fuera del área de Aboubacar Sakho (8) en el lanzamiento de una falta. Lo cierto es que el ritmo no cambiaría en el transcurso del encuentro: un ritmo cortado, con el juego trabado, sin jugadas colectivas, con mucho choque (donde solían salir vencedores los jugadores del Inter). De hecho los italianos dispusieron de las oportunidades más claras para ampliar el marcador. Hubo esfuerzo por parte de ambos conjuntos, aunque en la batalla físico vs técnica pura, a estas edades, se impuso la primera.

Podríamos reflexionar sobre la conveniencia de venir a torneos de estas edades con jugadores muy superiores físicamente, y que en principio no cuentan con grandes cualidades técnicas para hacer carrera en un futuro –no obstante, el fútbol profesional está lleno de ejemplos de jugadores que son portentos físicos pero no un dechado de técnica con balón-. Y siguiendo con las reflexiones, también se podría debatir sobre lo difícil que es competir frente a la superioridad técnica, que depende en gran medida de los presupuestos de los clubes.


SEMIFINALES


OPORTO-CELTA (se encargó Miguel R.)


VALENCIA-INTERNAZIONALE

El fútbol, como la vida, es muchas veces claramente injusto. Que la justicia es muy subjetiva y puñetera se demuestra con partidos como éste, donde el Valencia fue aplastantemente superior a su rival, y en cambio, en cinco minutos de “relajación” se va todo por el traste. En realidad no todo, porque el encuentro finalizó en empate (2-2) y fue en la muerte súbita de los penaltis, que muchos dicen que son una lotería, donde el Inter estuvo más acertado. El partido se jugó al ritmo que quiso el equipo che; los jugadores del Inter ni la olían ni inquietaban. Muy interesante la batalla particular librada entre el grandullón delantero valencianista Ferrán Giner (9) y el fortachón central del Inter Oluwa Guedegbe (4); se puede afirmar sin riesgo a equivocarse que ganó Giner. Lograba controlar de espaldas cada pelota que iba dirigida hacia él, y después de eso ya decidía hacer lo que creía más conveniente para su equipo. Salió el Valencia con toda la dinamita, dispuesto a arrollar, ya que aparte de Giner se encontraban sobre el césped el hábil y técnico Ferhat Cogalán (14) haciendo de mediapunta, y especialmente, el asombroso Óscar Doménech (7) como mediocentro muy dinámico. El Valencia jugaba al ritmo de Doménech, lo que es una magnífica señal para los che: comandante de operaciones que con su técnica, visión y lectura del juego le bastaba para imponerse al juego físico de los italianos. Básicamente hacía lo que quería. Las aproximaciones eran continuas, también llegaron varias oportunidades de gol. El único recurso que era capaz de utilizar el Inter –encerrado en su propio área- eran los contragolpes aprovechando la zancada de sus futbolistas.  Una variante táctica che que me pareció especialmente importante, que se pronunció al dar descanso al delantero Giner, es que el equipo jugó muy abierto cuando le tocaba salir con la pelota: el central Borja Martí (4) se abría a banda derecha, Doménech (7) caía a la banda izquierda (en los picos del área), después uno se colocaba en el centro del campo,  mientras dos se posicionaban como extremos pegados a banda y el delantero ocupaba el centro. ¿Qué conseguían de esta forma? a) Crear espacios (por muy grande que fueran los jugadores del Inter, al ensanchar el campo les cuesta mucho más llegar para la recuperación de los balones); y b) asegurarse una salida limpia y controlada de balón (ya que tanto Martí como Doménech son muy fiables en ello). No obstante se llegaría al descanso con empate sin goles.

En la segunda mitad el Valencia salió al campo con la misma actitud de ser aguerridos y no mostrar complejos, de hacerse con el dominio de la pelota y de los espacios:  una conducción y posterior pase de Doménech hacia Giner, que recibió de espaldas y después se giró, se convirtió en penalti (algo riguroso, a mi entender). Doménech lo lanzó y no erró.  Poco después, a la salida de un córner provocado nuevamente por el delantero Giner, recibió Doménech en el pico izquierdo del área, la puso rasita en el área hacia el segundo palo y Mario Sesé (5) anotó el 2-0 al rematar de primeras. El Inter sólo inquietaba mediante trallazos lejanos. Aunque conforme avanzaba la segunda mitad quizá los jugadores che iban notando el cansancio colectivo, y los italianos recortaron distancias en una bonita jugada colectiva que se encargó de remachar Aboubacar Sakho (8). Enseguida, el mismo futbolista fue el encargado de poner las tablas en el marcador mediante un chut imparable. Dos latigazos de los italianos, completamente superados, fueron suficientes para salvar el cuello. Con este resultado se acabó el partido. Ya en los penaltis, los chavales del equipo milanés estuvieron más acertados, y por añadidura, se clasificaron para la final.



FINAL


CELTA-INTERNAZIONALE

Lamentablemente, poca historia hubo en la final, siendo los italianos claramente superiores. Una de las mayores virtudes, a mi juicio, de este Celta, es que hacía que sus rivales parecieran peores de lo que en realidad son, y esto era en gran medida debido a la “telaraña defensiva” en la que introducían a sus rivales, que ciertamente se veían con muchos problemas para traspasarla. Las primeras oportunidades del partido fueron a cargo de los vigueses, especialmente recuerdo un disparo lejano de Anwar Mediero (8) que despejó Filip Stankovic (1). El Celta salió al campo como siempre, tácticamente muy bien posicionados y sin renunciar al ataque, especialmente vía transiciones rápidas o balones en largo. Pero prácticamente en la segunda ocasión que tuvieron los italianos marcaron, gol conseguido por Aboubacar Sakho (8) con un disparo desde fuera del área. El conjunto italiano fue todo un especialista en los goles desde fuera del área: no necesitaba jugar bien o dominar, iba sobrado con los chuts lejanos, debido a la potencia de los jugadores de que disponía. El juego era trabado, y en estas circunstancias, los de Milán parecían encontrarse mucho más cómodos sobre el césped. Selomon Mangiarotti (10) conseguiría el segundo tras una buena jugada individual. A partir de este momento se terminó definitivamente el partido. No en sí, porque quedaban muchos minutos por jugar, pero sí la emoción que hace que el aficionado vibre. Llegarían más ocasiones del Inter aunque la primera parte finalizó con 0-2.

En la segunda parte el Celta siguió intentándolo aunque se mostró incapaz de llegar a los últimos metros; en un contraataque de nuevo Mangiarotti  (10) marcó para el Inter. Poco después marcó Alejandro Vila (15) para el Celta llegando desde la banda izquierda. No obstante, las ocasiones más claras eran del Inter, tanto es así que sería capaz de anotar dos tantos más: nuevamente Mangiarotti (10), con disparo desde fuera del área tras saque de esquina, y Michele Schieppati (13) en una rápida transición tras robo de balón. Con este resultado terminó el partido.

No queda otra que felicitar a los campeones, aunque a uno personalmente, le queda un sabor agridulce: sabedor que probablemente no fueron los mejores y que se impusieron aprovechando su superioridad física, y relacionado con lo anterior, la violencia y fuerza de sus disparos lejanos.